El terror y sus mil formas

Carlos Pereiro

EXTRAVOZ RED

a

Medir las balas, apuntar a la cabeza y tener paciencia. Tres consejos para entrar en Union, la ciudad virtual poblada de monstruos a la que el detective Castellanos irá en busca de la hija que creía muerta. ¿Conseguirá sobrevivir a su pesadilla más real?

02 jul 2018 . Actualizado a las 20:20 h.

Son muchos los factores que convierten a The Evil Within 2 en una de las sorpresas del año. Y para bien, además. No contó con una campaña publicitaria excesiva, tampoco la comunidad esperaba la continuación con demasiado entusiasmo, y, ciertamente, los survival horror rara vez cambian demasiado su propia naturaleza. El juego de Bethesda ha roto con todo ello: no solo propone un sistema de juego totalmente renovado frente a su antecesor, sino que además lo hace con una dosis de diversión y acción altísima a través de los monstruos que pueblan las peores pesadillas de la mente humana. El miedo no está fuera, se encuentra en el interior.

El detective Sebastián Castellanos creía que su hija había muerto durante un incendio, pero un acontecimiento repentino le hace ver que no fue así. Su preciosa niña está viva, pero se halla perdida en un mundo virtual asolado por horribles criaturas. Para evitar spoilers innecesarios, basta decir que así comienza TEW2. Ahora el jugador sabe desde un primer momento que el mundo en el que vivirá su aventura no es real (aunque lo que en él pasa sí tiene consecuencias para el cuerpo físico), pero la trama, con un guion ágil y bien elaborado, propone otras cuestiones. Un punto a su favor, ya que la narrativa del juego es la de un absorbente thriller policiaco. Una vez se empieza, es obligatorio querer saber cómo acaba.

El apartado gráfico ha sido mejorado y las animaciones son menos forzadas que antaño. Podría pulirse más, pero en general el jugador tiene un control muy bueno sobre el detective. Se compensa así lo más criticable de este título: la pobre IA enemiga. El 90% ciento de los monstruos son, ciertamente, tontos. De la misma manera, las partes de mundo abierto no llegan a funcionar del todo bien. Son novedosas, pero les falta algo. Sus puntos débiles quedan, eso sí, altamente superados con la propuesta de ir evolucionando al personaje (al más puro estilo juego de rol), y al buen equilibrio entre munición y enemigos. No podemos ir tirando las balas, pero tendremos suficientes para poder hacer el jíbaro en más de una ocasión.