Galicia estrecha el cerco a los vertederos ilegales con multas de 200.000 euros

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

FAI GALICIA VERDE

Xosé Carreira

La sanción por alterar la tranquilidad de especies protegidas se quintuplica

06 dic 2017 . Actualizado a las 16:56 h.

Llevan años en el punto de mira, pero todavía no han logrado ser erradicados. Los vertederos de basura ilegales salpican el paisaje de esa Galicia que trata de consolidar su imagen verde como punta de lanza para atraer turistas. Porque, como dice la directora xeral de Patrimonio Natural de Galicia, Ana Díaz, «a nosa natureza é unha riqueza que todos temos a obriga de conservar e pode ser un motor económico moi importante».

Por eso, desde la Consellería de Medio Ambiente han dado un paso más en la lucha contra el vertido de basura fuera de espacios habilitados para ello. El borrador del anteproyecto de Lei do Patrimonio Natural de Galicia hecho público ayer y que modificará la norma vigente del 2001, adaptándose a su vez a la ley estatal del 2007, establece como falta grave «o abandono de residuos fóra dos lugares dedicados ao efecto».

Hasta ahí todo igual que hace dieciseis años. Lo que cambia es la multa a la que se exponen aquellos que abandonen una lavadora o se deshagan de unos escombros fuera de un punto limpio o un área habilitada para ese objetivo. En la actualidad, estos deben afrontar pagos de hasta 60.000 euros como medida correctora, pero de aprobarse la nueva norma esa cantidad tope acabaría multiplicada por tres al llegar hasta los 200.000 euros.

Además, de nada vale eso de que «compensa pagar», porque la futura ley ordena reparar el daño. De hecho, aquellos que lo hagan tendrán una bonificación del 20 %. Y es que de lo que se trata también, como añade la directora xeral, es de que la legislación realice una labor educativa basada en el respeto a la naturaleza.

Actualmente, en el caso de vertederos no legales también se aplica la ley gallega de residuos del 2008, más benevolente que la de conservación de la naturaleza. En el caso, por ejemplo, de tirar escombros en un monte la normativa entiende que es una falta grave, pero al tratarse de basura no peligrosa la multa puede alcanzar los 31.000 euros. De ser algo peligroso como detergente industrial, esta podría llegar a los 300.000.

Lo que está claro es que el objetivo del anteproyecto que ahora ha expuesto al público Medio Ambiente es priorizar el respeto de la naturaleza por encima de la ordenación urbanística.

Mucho ruido

De ahí que las multas se hayan disparado también a la hora de cometer faltas leves como hacer un ruido evitable «que altere a tranquilidade habitual das especies, provocando unha afección nas que están incluídas no listado de especies en réxime de protección especial de Galicia». De ahí que poner, por ejemplo, a todo trapo a un grupo de folk junto a un nido de algún pájaro protegido podría conllevar una multa de hasta 3.000 euros. Ahora es de hasta 600.

Un importe equivalente tendrían que abonar aquellos que acampen o hagan una fogata en zonas no habilitadas para ello, pese a no haber causado daños al patrimonio natural. Porque en caso de hacerlo la infracción es más grave.

Ojo con liberar visones o introducir plantas que no son propias de la comunidad

El borrador de ley hecho público ayer recoge una serie de actos prohibidos, algunos de los que ya estaban en la norma del 2001. Estas son algunas de las que recoge el documento:

Traer a Galicia de forma no autorizada especies de flora o fauna silvestre. Un ejemplo de ello es liberar visones o traer plantas como los plumachos o hierba de la Pampa. Ambas son especies que no son propias de la comunidad.

Destruir lugares donde habitan especies protegidas. La degradación de una charca en la que viva algún animal o planta en peligro de extinción o vulnerable es una falta grave, al igual que dar muerte a alguno de esos seres vivos.

Hacer obras en zonas protegidas. Levantar un galpón en las Fragas do Eume también tendrá multa. La nueva norma establece que podría llegar hasta los 200.000 euros.

Tala de árboles. La propuesta de nueva norma indica que la destrucción de árboles o formaciones recogidas en el catálogo gallego de «árbores senlleiras» o la alteración del entorno son faltas graves.

Colocar cebos. La puesta de veneno en áreas protegidas aparace recogido como falta muy grave porque pone en peligro la vida de animales protegidos. La multa podría llegar en ese caso a los dos millones de euros.

Cambiar señales. Mover de lugar un pilar que indica los lugares donde hay animales o plantas protegidas aparece recogido como una falta leve.