¿Cuántos cubos de basura debo tener en casa?

FAI GALICIA VERDE

MARCOS MÍGUEZ

La correcta clasificación de los residuos en los hogares es el primer eslabón de la cadena del reciclaje

18 ene 2018 . Actualizado a las 13:02 h.

El proceso de reciclaje comienza en cada hogar con la separación de los residuos. Un usuario por sí solo no «recicla», pero de él depende seleccionar qué va a cada bolsa de basura; el primer paso para completar el ciclo que dará una nueva vida a la materia de desecho.

Para llevar a buen puerto la clasificación de los residuos se antoja indispensable tener más de un cubo en casa. Pero ¿cuántos son necesarios? Los básicos, dos. Uno para orgánicos y otro para inorgánicos, si bien el cartón, el vidrio y otros residuos tienen su propio contenedor o bien puntos de recogida.

No obstante, en Galicia hay tres modelos de gestión de residuos, a saber, Sogama, Lousame y Nostián. Este último compete al Concello de A Coruña y ocho municipios del área metropolitana, salvo Arteixo. En este patrón, los ciudadanos disponen de cuatro modelos de contenedor: gris (inorgánico); verde (orgánico); azul (papel y cartón) e iglú verde (vidrio), además de los puntos limpios en los que se pueden depositar residuos comerciales o ciudadanos, como radiografías, fluorescentes, baterías... los desechos más contaminantes. En el modelo de Sogama, sí existe la recogida selectiva de envases domésticos (latas, envases de plásticos y tetrabrik, entre otros), que son los que van al contenedor amarillo.

Recogida selectiva

De media, cada domicilio tiene tres cubos de recogida selectiva. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Se garantiza así el proceso de reciclado. A partir de ahí, y con al menos los dos cubos citados -orgánico e inorgánico-, completarían la separación de residuos un recipiente para papel y cartón y otro para vidrio. Y en las zonas con contenedor amarillo, hace falta otro cubo para recoger los envases domésticos, que se separarían del resto de residuos inorgánicos.

En caso de duda, la mejor opción es depositar el residuo en un punto limpio para un correcto reciclado o su descarte. Y por supuesto, los medicamentos, al punto de recogida de cualquier farmacia.

¿Al azul, al verde o al amarillo?

Algunos materiales de desecho pueden generar dudas entre los usuarios a la hora depositarlos en el lugar adecuado.

Al azul, papel y cartón. Es frecuente el error de enviar a este contenedor los briks de leche o zumo, al pensar que se trata de cartón. Son envases, y como tales, al amarillo. Desechos diarios como servilletas de cocina, pañales o papeles sucios deben ir al contenedor de residuos orgánicos y no al azul.

También es frecuente el error de depositar cristal en los contenedores de vidrio, los iglús verdes. Al verde, solo vidrio. Las bombillas, al punto limpio, igual que artículos como espejos, ceniceros, vasos o vasijas.

Y no todo lo que está fabricado con plástico va al amarillo. Como se ha mencionado, solo envases, latas y briks. Por tanto, juguetes, biberones, chupetes, cubos, utensilios de cocina... al punto limpio o al contenedor de restos.

Existen, además, contenedores especiales en mercados, centros comerciales y comercios para el aceite usado. El consejo es almacenarlo en casa en botellas de plástico y depositarlo después en un punto de recogida. En el caso de los deuvedés y discos compactos, suele haber espacios de recogida especiales en las tiendas de informática para su reciclado. Los aerosoles sí se pueden tirar al contenedor amarillo, pero si se trata de productos de limpieza o cosmética. Otros como pinturas o insecticidas, al punto limpio.

Consejos prácticos

Seguir unas sencillas pautas en el hogar facilita la separación de los residuos. A tener en cuenta: tres cubos son suficientes. Pero convenientemente separados y cada uno con su bolsa. Para evitar confusiones, existen recipientes de cocina de diferentes colores -por ejemplo, y para el caso que ocupa, amarillo, azul y verde- a los que es recomendable incorporar una etiqueta frontal con los residuos a depositar en cada uno. Y si el hueco del que se dispone no permite colocar tres cubos, siempre se pueden utilizar bolsas independientes. En este sentido, la acción de doblar y comprimir los envases y cartones permite el aprovechamiento del espacio y el aumento de la capacidad.