Navantia paga el «cartucho» a su plantilla y avanza en el tercer convenio

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL

JOSÉ PARDO

La empresa prepara una carta para explicar a los pasivos cómo procederá a los abonos pendientes

20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Restablecer el diálogo y la paz social en los astilleros públicos españoles fue uno de los objetivos claros con los que la cúpula de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de Navantia comenzaron su andadura. Después de que a principios de año el Tribunal Supremo tumbase el cuarto convenio colectivo que había dinamitado las relaciones entre la dirección y los representantes de los trabajadores, en los últimos meses, principalmente desde la llegada a la presidencia de Esteban García Vilasánchez, se han dado distintos pasos para restablecer los derechos que se habían anulado.

En estos momentos se han cumplido ya algunas de las demandas planteadas por los sindicatos o están en proceso de hacerlo otras, aunque el caballo de batalla que aún mantiene las diferencias -el abono de las asimiliaciones (las promociones profesionales)- sigue sin resolverse. El techo de gasto de las empresas públicas es el escollo que argumentan la SEPI y Navantia para explicar que hasta el momento no se haya producido al abono del importe que se les adeuda a los empleados afectados.

Los trabajadores ya han percibido en sus nóminas del mes de agosto el pago del importe de los paquetes de Navidad -conocidos como el cartucho- de los dos años en los que dejó de entregarse, y actualmente Navantia está gestionando los trámites para proceder al abono de los denominados pasivos, es decir, los jubilados, viudas y huérfanos. Según fuentes del comité de empresa, la dirección prepara una carta para enviar a los pasivos con la información precisa para que puedan percibir las cantidades pendientes.

También se ha dado cumplimiento a que los empleados puedan disfrutar de los días trabajados de más debido al incremento de la jornada que se contemplaba en el cuarto convenio y se están ultimando las gestiones para que la plantilla pueda percibir las cantidades pendientes por el cierre del economato y del comedor, entre otros.

Los representantes de los trabajadores decidieron con la plantilla mantener distintas acciones de presión en reivindicación del cumplimiento íntegro del tercer convenio colectivo. Como consecuencia de las llamadas medidas de no colaboración, la botadura del Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada española ha tenido que posponerse dos veces y aún no hay fecha oficial para que se produzca.

Traslado de una sección

El bloqueo al traslado de uno de los bloques a la grada ha impedido hasta el momento la ceremonia de bautismo de mar del barco y por el momento se desconoce si ese hito se producirá a lo largo del mes de septiembre o en octubre.

Las negociaciones para abordar el plan industrial arrancarán en septiembre

La intención es que el programa esté pactado antes de que finalice el año

La Voz

Si las previsiones que manejan la dirección de Navantia y los distintos sindicatos no se modifican de nuevo, tras el regreso de las vacaciones estivales se procederá al arranque de las negociaciones del plan industrial para los astilleros públicos. La intención del dueño de Navantia es que el programa de futuro esté pactado antes de finalice el año, por lo que ambas partes dispondrán de menos de tres meses para alcanzar un pacto.

El saneamiento financiero de la empresa, que en los últimos años no ha dejado de acentuar sus pérdidas, el rejuvenecimiento de las plantillas y el establecimiento de un marco laboral único para las factorías, además de despejar la carga de trabajo necesaria para garantizar la sostenibilidad futura de las factorías son los objetivos principales con los que se impulsará el plan.

Modernización

Para el astillero ferrolano, la aplicación del plan de futuro puede también suponer una oportunidad, ya que cuenta con un proyecto para su transformación integral. Precisará de la construcción de un dique seco cubierto, ya que se pasará a construir en esta infraestructura, superando la fabricación en grada.

Además, supondrá la concentración de las instalaciones de producción en torno al dique y en la parte más próxima a la ensenada de Caranza. Navantia ha sacado a concurso público una asesoría para la redacción del proyecto.