Uno de los protagonistas de la campaña del Dépor ofrece sus piezas en la alameda del Carbón

B. A. FERROL

FERROL

JOSE PARDO

Avelino Mosteiro se presentó a un casting para el anuncio

21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Avelino Mosteiro y su amigo Alberto vienen desde A Coruña con un surtido en el que se pueden encontrar un poco de todo: piezas de Sargadelos, escudos militares, una lupa antigua... No recuerdan cuando comenzaron a vender en los feirones y eso que hace unos meses estuvieron ocupados en un sector con el que no contaban: «Avelino es el protagonista del anuncio del Dépor, yo me presenté, pero no me cogieron», presume un ambulante que busca rápidamente la imagen del anuncio en el móvil.

Avelino, a punto de servirse un refrigerio, sonríe y reconoce que le gustó mucho encarnar a un bravo marinero para una campaña tan coruñesa. No sabe si lo van a llamar otra vez, pero firmaría por otro pase de fotos. «Estuvo muy bien», ratifica un hombre de pocas palabras y muchas sonrisas. Mientras, su compañero de puesto va dando cuenta de la mercancía y de la evolución de las ventas, de la que no se queja: «A nosotros nos gustan más los feirones de invierno, ahora la gente está de vacaciones y aquí vienen pocos turistas».

¿Cuándo empezó?

Casi todos los asiduos, tanto vendedores como compradores, asegura que esta feria va a más. Y eso que tuvo épocas en las que incluso se quiso trasladar a otra ubicación, porque no despertaba demasiado interés y para gobiernos locales (como el que regía en el año 2006) generaba demasiadas alteraciones en el tráfico. Al final no se movió de lugar y ha ido ganando metros, aunque muchos son puestos de ropa y productos de imitación de casi todos los mercados. Casi nadie recuerda cuándo se celebró el primero de estos grandes rastros, aunque sí su origen: una feria donde se ofrecían pollos o zocas que solo ocupaba la praza Vella.