Del desempleo a la panadería de Alcampo gracias a Secretariado Gitano: «Cada día voy feliz al trabajo»
FERROL
Adrián Jiménez, ferrolano de 20 años, accedió a su primer contrato a través del plan de empleo de la entidad, que este año impartió formación a 46 personas, de las que veinte se insertaron en el mercado laboral
06 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Adrián Jiménez tiene 20 años, es ferrolano y hasta hace poco tiempo, como otros muchos jóvenes gitanos sin formación —las estadísticas dicen que el 63% no termina la Enseñanza Secundaria Obligatoria—, estaba sin trabajo. Cuenta que se despidió de las aulas en tercero de la ESO. Y aunque después hizo una FP Básica de electrónica, sin estudios obligatorios ni experiencia laboral previa, todas las puertas se le cerraban. «Fui a pedir empleo a varios sitios, pero al ver que no tenía la ESO ni había trabajado en nada, no me llamaron», explica echando la vista atrás.
Su suerte cambió cuando se enteró de que la Fundación Secretariado Gitano iba a organizar un curso de actividades básicas en charcutería y panadería, dentro de su plan de empleo. «Buscaba algo que realmente me llenase, porque lo de la electrónica no me había gustado nada. Y como siempre he sido muy aficionado a las masas y a hacer panes y pizzas en casa, enseguida pensé: ‘Esta es la mía'», rememora Adrián.
En junio realizó el curso en el aula de la sede de Secretariado Gitano, en la calle San Salvador del Ensanche. Después hizo las prácticas en las secciones de charcutería y panadería de Alcampo durante un mes. Y, tras concluir la formación, desde agosto ha trabajado de forma continuada en el horno del hipermercado de A Gándara, encadenando contratos temporales que confía que deriven en un empleo fijo y estable.
«Estoy encantado y cada día voy feliz al trabajo, porque hay muy buen ambiente, me encanta la panadería y los compañeros me han acogido con los brazos abiertos», cuenta con satisfacción. Su jornada se extiende de seis de la mañana a la una y media de la tarde, y en ese tiempo hace de todo un poco: bañar los cruasanes en chocolate, formar bollitos preñados, etiquetar bandejas, atender a la clientela tras el mostrador... «Pienso que decidieron darme esta oportunidad porque soy responsable en el trabajo y por mi compañerismo. Si yo ya he terminado mi tarea, y a otro compañero le quedan cosas por hacer, pues voy y le ayudo, porque entre dos se termina antes», comenta. Y las técnicas de Secretariado Gitano, al escucharlo, se apresuran a confirmar sus palabras. «Adrián tiene muy buena actitud, siempre está dispuesto a aprender y se involucra mucho», comentan mientras él se sonroja ante tanto piropo.
«Este trabajo me ha cambiado la vida, porque ahora puedo ayudar en casa (vive con sus padres y su hermana) y, además la panadería me encanta», cuenta sonriente mientras muestra orgulloso fotografías de pizzas y panes elaborados con sus manos. Y por si eso fuera poco, el horario del trabajo le permite tener las tardes libres para dedicárselas al pequeño estudio de grabación que tiene en casa. «Además de la panadería, lo que me me gusta es el mundo del sonido y los vídeos», explica Adrián.
La suya es solo una de las veinte inserciones laborales que ha arrojado el balance del plan de empleo de Secretariado Gitano en el 2025. Además del curso de charcutería y panadería en el que participó Adrián, la entidad impartió otras cinco formaciones: camarera de pisos, manejo de carretilla elevadora, manipulación de alimentos, depilación con hilo y sector comercio. A estos cursos asistieron 46 personas, que realizaron prácticas en once empresas (Alcampo, Gadis, Carrefour, New Yorker, Supercor, Gran Hotel de Ferrol, Hotel Almirante, Parador de Turismo, Hostal Real y Anfitrioners). Y de todos los participantes, 20 lograron un contrato, lo que supone una tasa de inserción laboral del 43,4%.