Cedeira presume de alma marinera

ANA F. CUBA CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

CESAR TOIMIL

Tras la procesión, con la imagen de la Virgen a bordo del volantero Le-Ressac, llega la Xira del monte de San Antón, la despedida de las fiestas que nadie quiere perderse

17 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lucas solo tiene siete meses y ya ha asistido a su primera procesión marítima. Este cedeirés dormía, observado por su madre, Verónica, y su abuelo, Juan Montero, mientras su padre, Nicolás, porteaba la imagen de la Virgen desde el templo hasta el muelle. «Al niño le espera hacerse cofrade», vaticina la mamá. Xosé Antonio Suárez Aneiros, maestro jubilado y poeta, recordaba hace unos días en una red social que Daniel Primo Suárez Aneiros, Peixes, «patrón da Sotana A Gloria, embarcación de José María Loureiro, pai de Pastor, exalcalde de Cedeira, trouxo dende A Coruña a actual imaxe da Virxe do Mar no ano 1917».

La Banda de Música Vila de Cedeira acompañó ayer el paso, a hombros de varios miembros de la Cofradía de la Virgen del Mar y Santa Ana. «A la salida tocamos marchas de procesión, porque va despacito, y luego se acelera el ritmo, para que no sufran los porteadores y para que no se alargue la espera, y entonces interpretamos marchas de pasacalles», contó Estefanía Bustabad, una joven músico de Cerdido que vive en Cedeira.

Al pie del Le-Ressac, el volantero al que subieron la imagen centenaria, el patrón, Alejandro Pita, trataba de poner orden y regular el acceso. «Los marineros somos devotos... Navegaremos hasta más de allá de San Antón [donde también observaron la procesión varias decenas de personas], donde lanzaremos una corona de flores en memoria de los caídos del mar», explicó, sin perder ojo a la escalera de acceso al buque. María Jesús Vilela y su familia llegaron tarde para embarcar, tal vez porque se alargó la verbena: «De toda la vida recuerdo muchísima gente el día de los fuegos [la noche del miércoles], y ayer coincidió con la Panorama». Y para orgullo de sus seguidores locales, la orquesta quiso dejar claro que «el día más importante de las fiestas de Galicia», ellos estaban en Cedeira.

A Vicente Rey Vilarelle, mecánico naval experto en motores y presidente de la Asociación Mares de Cedeira, nunca le ha gustado vivir a bordo la procesión. «Teño ido substituíndo ao motorista, unha vez con don Ramón, que non lles daba aberto cervexas aos outros curas polo calor que facía», recordaba ayer en el puerto. A Chente también le sorprendió el abarrote de la noche de la Patrona, en la plaza Roxa y en la Revolta. «Pero eu son dos de antes, gústame oír cantar a bandas, un coro, unha zarzuela, pero ese espectáculo subindo cun paraugas como Mary Poppins... Moito ruído e moita xente», ríe. Las fiestas se despiden hoy a lo grande en Cedeira, en el monte de San Antón. «A los que somos de aquí es lo que más nos gusta, la Xira, nadie se la pierde». Suenan las sirenas, parte la procesión.