La iniciativa municipal busca liberar de tráfico el entorno de tres centros educativos
21 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Con la vista puesta en el éxito de la experiencia naronesa, Fene ultima su propia versión de los «Camiños escolares seguros». Y lo hará de la mano de Stop Accidentes. La oenegé, a propuesta del Concello y por mediación del claustro del colegio Jorge Juan, ha diseñado las líneas básicas del proyecto, orientado a cambiar en la localidad los hábitos del alumnado, fomentando que vayan al cole a pie, en bici o en patinete.
Tal y como apunta la edila delegada de Seguridad Ciudadana, Rocío Bértoa, el proyecto ANCAS -Asociación de niños caminantes por un ambiente sostenible- se implantará de forma experimental a lo largo de este curso en los tres centros de primaria del casco urbano, los ubicados en la zona de Perlío y San Valentín.
Así, del proyecto se beneficiarán los escolares de los colegios Jorge Juan y Centieiras, ambos situados en la calle Tarrío, y el CPI A Xunqueira, localizado en la avenida del Mar. Estos centros concentran una numerosa población escolar -en torno a un millar de escolares- en las horas de entrada y salida de clase.
Tal y como anota Bértoa, las rutas para escolares convierten a estos jóvenes peatones en protagonistas, disminuyendo el uso del vehículo privado y generando hábitos que permitan recuperar el entorno de los centros como espacios de relación más seguros.
Así pues, la idea de las concejalías de Educación y Seguridad Ciudadana persigue liberar de turismos el entorno de los escuelas, impulsando cambios de hábitos más saludables en beneficio de la seguridad vial y medioambiental.
Fases de implantación
Como paso previo a la realización de la primera ruta, Stop Accidentes trabaja ya en la identificación de los principales problemas de seguridad vial que se producen en el entorno de los colegios. Será después cuando se definan los recorridos seguros, en colaboración con la Policía Local de Fene, orientados a favorecer la autonomía de los más pequeños. Además, en paralelo a la señalización de las distintas rutas previstas -el logo de la rana marcará los puntos de encuentro habilitados-, está previsto que se lleven a cabo talleres de educación vial en las escuelas que se incorporen al programa. Finalmente, tal y como sucede en Narón, se intentará buscar la implicación tanto de las familias de los pequeños como de los comerciantes locales para crear una red de apoyo -la idea es contar con voluntarios- que ayude a que la iniciativa sea un éxito.