De moda

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL CIUDAD

17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En este verano caprichoso, que no deja que vayamos tres días seguidos a la playa, hemos vuelto a constatar que Ferrol no es ajeno al bum turístico que está experimentando Galicia. En una ciudad como esta, en la que muchas tardes de invierno las calles más céntricas parecen desiertas, siempre es bienvenida la gente. Nos aupamos a la alegría de ver caras nuevas que llenan terrazas y disfrutan con nosotros de nuestras playas. Mientras que en otros lugares la presión turística empieza a violentar a propios y extraños, en la comarca aún nos sorprende encontrar dificultades para comer o cenar fuera en un día festivo por la alta afluencia de personas que han decidido venir a pasar alguno de sus días de vacaciones en esta esquina del mapa.

Miramos con asombro como cada día crece el número de peregrinos que inician en Ferrol el Camino Inglés y toreamos con cierta permisividad que las autocaravanas abarroten los aparcamientos de algunas playas. Solo en los tres meses anteriores al verano, el monasterio de Caaveiro registró diez mil visitas más que en el mismo período del año anterior. Y suma y sigue.

Sin ser aguafiestas y tampoco sin dejar de venirnos arriba por constatar las posibilidades que el turismo puede reportar a la comarca, conviene no perder de vista que es el momento de sentar las bases para desestacionalizar esa afluencia de gente que nos visita y para evitar que en algunos de nuestros enclaves se produzcan masificaciones nada deseadas. E igualmente, recordar que, cuando el otoño regrese, Ferrol seguirá siendo un enclave industrial y que la industria es hoy en día el tractor de la innovación y del empleo de mayor calidad.