La zona rural reclama una solución para el vaciado de pozos negros

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La falta de saneamiento y la imposición de multas por su vertido irregular preocupa a los vecinos

03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ausencia de saneamiento en la mayor parte de la zona rural de Ferrol se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza de los vecinos. Se acabó la práctica tradicional de verter las aguas residuales recogidos en pozos negros y fosas sépticas en cualquier terreno, burlando la normativa. La vigilancia medioambiental se ha estrechado y quienes lo hacen se exponen a importantes sanciones para ambas partes: tanto el propietario que generó esos vertidos como la persona que se encarga de su traslado y vertido ilegal. Pese a ello, son numerosos los vecinos que aún se arriesgan y pagan a un tractorista una cantidad muy inferior a la que supondría tratar esos residuos de forma legal para que se deshaga de ellos. Se hizo así toda la vida y por ello se muestran reacios a variar sus costumbres. Por eso, y porque vaciarlo de acuerdo a la normativa, contratando a una empresa autorizada y siguiendo los cauces es mucho más caro, y asciende a varios cientos de euros.

Una solución a esta situación forma parte de las demandas de las entidades vecinales rurales del municipio desde hace tiempo. La principal pasa por la dotación de saneamiento a las parroquias, pero con la situación actual de la depuración, todavía sin tasa y con un conflicto enconado con Emafesa, la empresa se antoja difícil. Sobre todo, porque este gobierno ni siquiera tiene plan alguno sobre la mesa ni ha adquirido ningún compromiso al respecto. Desde la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural se ha trasladado este problema en varias ocasiones al Concello, por el momento, sin éxito. También se celebró una reunión con todas las entidades en la que una empresa presentó una oferta que cifraba en 225 euros más IVA por un vaciado de una fosa séptica por el equivalente a 3.000 metros cúbicos de aguas residuales, lo que se estima que seis personas generan en dos años. Pero parece no haber prosperado. José Polo, presidente de la agrupación rural, defiende que el saneamiento debería extenderse a todas las parroquias, y recuerda que en el anterior mandato llegó a presentarse un anteproyecto con un cronograma. «De no ser así, tendrían que autorizar a los vecinos a vaciar las fosas sépticas a donde va el resto», es decir, en los colectores de depuración.

«El tema del alcantarillado es un tema sangrante y aquí nadie se llama al caso», dice Manuel Sendón, presidente vecinal de Covas, una parroquia que sufre especialmente el problema, por el aumento de población en verano.