El centro Porta Nova se vacía

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Solo dos negocios sobreviven en un edificio fantasma sin un futuro definido

09 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Porta Nova ha dejado de ser un centro comercial. Es un gran contenedor fantasma en el que ya solo sobrevive un supermercado y una óptica en más de 7.500 metros cuadrados de superficie. La otra veintena de negocios fueron cerrando paulatinamente sus puertas tras el bum experimentado en los años siguientes a su apertura, cuando se contaban más de una veintena de establecimientos, que ocupaban todas las plantas. Hoy el edificio es una sombra de lo que fue: un desierto comercial de aspecto desolador. Los últimos en echar la persiana fue una jamonería y su carnicería anexa, que dijeron adiós a mediados de julio. Hace tres años todavía operaban allí una joyería, una cafetería y el establecimiento de moda Los Telares.

Pero hoy nada de esto queda ya. Clientes y personal de los escasos negocios se quejan del abandono y la falta de interés en promocionar un centro comercial con muchas posibilidades pero que en veinte años se ha venido abajo. En algunas zonas, literalmente. Muchas de las placas que recubren los pasillos y accesos al párking se han desplomado. «Y el problema no son los que han caído», advierten los usuarios, sino los que, se temen, están todavía por caer. Por no hablar de la puerta que da a la calle río Mera, la parte trasera, con los cristales rotos y un cartel de peligro que advierte de una situación que lleva así varios años.

Porta Nova es un nido de problemas. Desde el sótano. Allí se encuentra un aparcamiento en una precaria situación laboral, donde los trabajadores acumulan veinte meses cobrando la mitad del salario, al no haberse resuelto el concurso de acreedores voluntario presentado a finales de mayo del año pasado por su empresa, Portanova Park, SA.

Un nido de problemas

Los trabajadores que se encargan de la vigilancia de este centro comercial, de titularidad municipal, están inmersos también en otro conflicto laboral, el de Segur Ibérica. Sus pancartas y carteles con sus demandas reciben a los clientes y reclaman al Concello una solución. Y la situación hace que haya turnos descubiertos que debe suplir la Policía Local. La inseguridad es otra de las quejas más repetidas entre trabajadores de los negocios aún abiertos y también los clientes. Y no ayuda el ambiente que se respira en el exterior del edificio y la plaza, donde los usuarios critican la existencia de grupos problemáticos.

El futuro de Porta Nova está sin definir. El actual gobierno local descartaba hace más de un año una iniciativa empresarial porque ponía como requisito una inversión millonaria por parte del Concello. Pero aseguraba que destinaría locales a entidades y a proyectos de coworking. Hoy solo se alojan en este centro comercial el Círculo Ferrolán de Xadrez y la rondalla Añoranzas.