«¡Mi madre querida! ¿Qué pasa aquí?»

Á. ALONSO / C. LÓPEZ / M. P. Vilar FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Miguel Ezquerro, Conchi Prego, Antonio Gómez, Fernando Rodríguez, Rogelio Ramos y Juan Devesa
Miguel Ezquerro, Conchi Prego, Antonio Gómez, Fernando Rodríguez, Rogelio Ramos y Juan Devesa CESAR TOIMIL

Ocho personas que vivieron en primera línea el suceso relatan la experiencia de aquella madrugada

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un recuerdo que tiene un hueco en la retina de miles de personas, un suceso imborrable. A nadie se le ha olvidado lo que ocurrió hace dos décadas. La Voz recoge el testimonio de ocho personas protagonistas -«por desgracia», dicen todos- de aquella madrugada en la que el puente de As Pías se partió en dos.

MIGUEL Y CONCHI, ÚLTIMoS EN PASAR POR EL PUENTE

«Veníamos de ver 'Titanic' y no nos cogió por segundos». Entraron en el cine Azul con un tiempo estable y salieron en medio del temporal. Miguel Ezquerro y Conchi Prego, con 41 y 40 años entonces, no se quisieron perder Titanic, que se había estrenado unos días antes. «Salimos sensibilizados, yo incluso había llorado», asegura Conchi. Después, enfilaron hacia Pontedeume. Cuando pasaban por el puente, ella, que iba de copiloto, vio varios barcos tirando de «una sombra gigante». Por ello, ya en Fene, Miguel se bajó a ver qué ocurría. En ese momento se apagaron las luces del puente, pero como hacía mucho viento, decidió volver al coche. «Nos fuimos a la cama y no tuvimos ni idea hasta el día siguiente. Y eso que no nos cogió por segundos», cuentan. El coche de los amigos con los que fueron al cine fue el primero que desvió la policía para que no pasara por As Pías.

Fernando rodríguez, empleado de la gasolinera

«Aún no cobré lo que me restaron del sueldo». En el extremo ferrolano del puente continúa existiendo una gasolinera, donde esa madrugada estaba de guardia Fernando Rodríguez. Aficionado al arte, se encontraba pintando para ocupar el tiempo en el que no tenía clientes. «No me enteré de nada hasta que la policía empezó a colocar las vallas», rememora. Salió y vio «una mole». «¡Mi madre querida! ¿Qué pasa aquí?», exclamó, porque le daba la sensación, a pesar de la distancia, de tenerlo «delante de los ojos». Poco a poco empezó a llegar gente, pasó toda la jornada con entrevistas y, como consecuencia, se fue al paro hasta la reconstrucción. «Nos restaron el 25 % del sueldo y todavía estoy esperando a cobrarlo», subraya.

Rogelio Ramos, policía local

«La primera en alertar fue una vecina de Caranza». El agente de la Policía Local de Ferrol Rogelio Ramos estaba de guardia esa noche en la centralita del cuartel. «Lo recuerdo como si fuera hoy; la primera en alertar fue una vecina de Caranza », manifiesta. Rememora que la mujer le dijo que se había levantado para ir al baño y que veía un barco dirigiéndose a As Pías. «Le pregunté si era una lancha de mariscadores y me respondió que era el barco más grande que había en Astano. Le colgué al momento», señala el agente, añadiendo que a continuación envió al puente un coche patrulla, llamó a la Guardia Civil para que cortara el tráfico en Fene, y después a su jefe y al alcalde. Según dice, los compañeros de la primera patrulla que llegó al lugar oyeron el impacto de la plataforma contra el puente.

JUAN DEVESA, JEFE DE PROTECCIÓN CIVIL

«Estuve 78 horas sin ir a casa, no nos movimos de allí». También recibió una llamada el entonces jefe de Protección Civil, Juan Devesa. «El compañero me dijo: 'Te lo juro, te lo juro'», recuerda. Salió de su casa y llegó a la zona cero. «Todavía hoy tengo en la retina ver llover en horizontal. Era increíble la cantidad de agua que salía por las tuberías y ver las farolas chisporroteando», remarca. Recuerda a un directivo de Astano que quería pasar porque había «un pequeño problema» en el astillero. «Pero en cuanto le dijimos lo que había pasado, pensé que le daba el infarto allí mismo», relata. «Y hay que dar valor al después. Montamos el operativo y debí de estar unas 78 horas sin ir a casa», apunta.

ANTONIO GÓMEZ, PRÁCTICO DEL PUERTO DE FERROL

«El Hortensia y ese día es lo peor que recuerdo». En el puerto de Ferrol estaba de guardia el práctico Antonio Gómez, Nono. Primero fue el remolcador y, por la trascendencia de lo ocurrido, lo llamaron al instante. «Me dijeron que había problemas con la plataforma, pero nada más». Al llegar al lugar, los bomberos pusieron la escala e hicieron un reconocimiento del barco. «El temporal Hortensia y ese son los peores que recuerdo», explica Antonio. A la tarde siguiente se encargó de dirigir el remolque. «Dentro de las dificultades que tiene algo así, salió bien. Eso sí, no hubo celebración de ningún tipo, el sabor fue agridulce», comenta el práctico, que cree que, más que un fallo humano -asegura que en la base no recibieron el aviso de semejante temporal-, fue «el azar, la naturaleza» lo que provocó el suceso.

Juan Blanco, Alcalde

«La reconstrucción de As Pías fue una obra ejemplar». Juan Blanco Rouco era el alcalde de Ferrol entonces. Recuerda que ese día estaba enfermo de gripe. «Me llamaron, y cuando llegué allí, a las dos de la madrugada, no podía creer lo que estaba viendo», señala. Considera que la tragedia tuvo consecuencias positivas, como la duplicación de los carriles de As Pías, «una obra ejemplar en el mundo entero, por la rapidez con la que se reconstruyó». En cuanto a la llegada de la autopista, manifiesta que el proyecto, por fases, ya estaba redactado, y que la consecuencia del accidente fue la gratuidad del tramo desde Fene.

RAMÓN MOLEZÚN, DIRECTOR DE LA RECONSTRUCCIÓN

«Hoy tardaríamos exactamente lo mismo en reabrir el puente al tráfico». Aquel día, Ramón Molezún era el jefe de Conservación y Explotación de la Demarcación de Carreteras en Galicia. A él le correspondió dirigir unas obras ejecutadas contra reloj. «Teníamos la información en tiempo real y no se perdió un minuto. Hoy hubiésemos tardado exactamente lo mismo», asegura. Molezún explica que lo más dificultoso fueron «las cimentaciones del lado de Ferrol».