Carta para don Amancio

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL CIUDAD

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Probablemente esta carta no llegue jamás a su destinatario. Pero, quizá, la casualidad me ayude a encontrar un circunstancial cartero que llame a la puerta de don Amancio Ortega. Fuera, el cielo presagia un nuevo chaparrón que proyecta una sombra más sobre esta ciudad que, finalizado el bullicio navideño, recobra su rostro fatigado y la cotidiana pesadilla del cierre de otro negocio -en este caso muy importante- que va transformando A Magdalena en un barrio que se desangra al mismo ritmo que envejece por abandono.

Mi admirado don Amancio: sé que, fruto de una decisión empresarial de ámbito general, que no cuestiono, los Zara de la Calle Real de Ferrol van a cerrar. Y desde el respeto y la lealtad hacia un hombre y una empresa que tanto significa para Galicia, le pido que haga una excepción con este histórico barrio ferrolano en el que solo la fe de los pequeños y medianos emprendedores consigue que haya esperanza de futuro. Su gesto sería algo más que eso. Traería una dosis de esa humanidad que derrama sobre la sociedad con tantos proyectos solidarios. Y daría a los ferrolanos un motivo para creer; para sonreír entre la niebla de un futuro que nunca fue tan incierto.

Seguramente pecaré de ingenua, pero sigo creyendo que la sinceridad, la palabra sin artificios como arma para llegar al corazón del hombre que calza sus zapatos, puede, cuando menos, conseguir el aplazamiento de un cierre que nos deja un poco más solos. Mi sincero deseo para el 2018: poder hacer mis compras navideñas en Zara C/ Real. Y para usted: salud y miles de sinceros y agradecidos abrazos.