El personal de Urbaser aún no cobró la extra y apela al buen sentido de la corporación
20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Somos 150 familias y si nos dejan sin comer vamos a tomar las medidas que haga falta». Así de rotundo se manifestaba ayer el presidente del comité de empresa de Urbaser, Jesús Vázquez Montenegro, tras denunciar a través de un comunicado de prensa que «la empresa está demorando el abono de la paga extraordinaria de junio por primera vez desde el año 1991». Hasta ahora, el ingreso en cuestión se hacía, como muy tarde, el 15 de junio y a día de ayer no habían recibido ninguna explicación, ni tampoco se les confirmó si se les va a pagar o no. Lo único que les dicen es que «Madrid no da el ok para que se hagan los ingresos».
Como quiera que el abono de la nómina mensual también está a la vuelta de la esquina -suelen cobrarla el día 28-, los trabajadores temen que los impagos se acumulen. En vista de la situación, el comité de empresa celebró una reunión a las 20.30 horas de ayer, en la que acordó, por unanimidad, presentar el preaviso de huelga en las instancias correspondientes y, paralelamente, entrevistarse con todos los grupos municipales, a fin de que les den voz en el próximo pleno para exponer su situación.
Según informó el presidente del órgano de representación de los trabajadores, la decisión de presentar el preaviso de huelga sin más dilación -se cursará hoy o mañana, como muy tarde- se debe a que hay que hacerlo con diez días de antelación y para entonces ya coincidirá con las fechas en las que tendrían que percibir el salario del mes de junio.
Nadie le ha confirmado a la plantilla las causas que motivaron el inusual retraso en el abono de la extra, pero, según el presidente del comité, «todo indica que es consecuencia de la deuda contraída por el Concello con Urbaser por la limpieza viaria, por un importe cercano a dos millones de euros». Jesús Vázquez advierte de que esta situación puede derivar en un conflicto, «en el que está claro que la única parte que no tiene culpa ninguna ni lo ha provocado, somos los trabajadores».
De ahí que la representación laboral, en nombre del conjunto de la plantilla, apele «al buen sentido de la empresa, así como del gobierno municipal y de los partidos de la oposición, para que esta situación se solvente lo antes posible, que hagan su trabajo y no nos utilicen».
Jesús Vázquez insistió en que «si no dan una solución, lo que no vamos a permitir es tener la guadaña en el cuello permanentemente», añadiendo que la plantilla está cumpliendo con su trabajo, sin haber interferido en nada hasta ahora, «pero una cosa es un voto de confianza y otra que se rían de nosotros», apostilló.
Indicó, asimismo, que los principales perjudicados si tienen que acudir a una huelga van a ser los trabajadores, porque no van a cobrar los días de paro, «pero los ferrolanos también la van a sufrir y se verá afectada toda la ciudad, en plena época de playa».