Diego Garrido: «Pusimos los cimientos de un equipo»

JOSE VALENCIA FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

ESTEVO BARROS

Sobre la agresión de Santi, el defensa racinguista no entra a valorar la actuación del árbitro

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Santi Gegunde, delantero del Compostela, perdió los nervios y agredió a Diego Garrido. Un codazo en la cara que mandó a la lona al defensa racinguista, quien tuvo que ser atendido. Pudo seguir en el campo, aunque al acabar el encuentro todavía mantenía un fuerte hinchazón en la zona de la ceja. El árbitro vio el incidente y lo sancionó con una tarjeta amarilla, en lugar de lo que parecía una roja. Al final del encuentro escribió en el acta, que la amarilla había sido por: «Golpear a un adversario con su brazo de manera temeraria».

Al final del encuentro, Diego Garrido no quiso valorar la decisión del árbitro: «No suelo hablar de los árbitros, ya que no voy a ganar nada y si digo algo, es posible que nos perjudique. Para mí, hay un contacto bastante claro, no sé si me da con el codo o el antebrazo. A partir de ahí poco más puedo decir. Yo estaba en el suelo y no hablé con el árbitro, mis compañeros sí que le comentaron algo, aunque no sé lo que dijo. Es mejor olvidarlo, ya poco se puede hacer en este tema».

Tampoco analizó el resto de las jugadas en las que el árbitro, al menos esa fue la sensación, perjudicó al Racing: «La jugada del penalti que nos pitó no la pude ver, y las manos en el área del Compostela también me quedaron un poco lejos. Es complicado valorar un partido por la actuación del colegiado. No suelo hablar de ellos, ni cuando me benefician, ni tampoco cuando me perjudican. No saca nada ahora llorando por lo que pasó. El penalti fue porque lo pitó y ya está, no hay nada más que decir».

Al margen de la labor arbitral, el defensa racinguista quiso centrarse en el gran rendimiento de su equipo: «Al final del partido sabes que pudimos haber ganado, aunque te vas para casa con la sensación de que el conjunto fue por el buen camino y ofreció la imagen que todos queremos. Después, se puede ganar, empatar o perder».

Ve el partido frente al Compostela como una oportunidad de asentarse y que de ahora en adelante todo tiene que ser crecer en positivo: «Ha sido el mejor momento para dar este paso, ya que ahora vienen Arosa, Bergantiños y Barco. Ya no valen las excusas, hemos demostrado que lo podemos hacer. El listón mínimo que nos tenemos que marcar es el que ofrecimos el domingo contra el Compostela. Jugadores hay, buena materia prima, quedaba hacer el equipo y creo que la construcción va por el buen camino, al menos, esta primera capa de cimientos fue muy buena».