La firma Emsamble, ganadora del premio VíaGalicia a la mejor empresa innovadora, ejemplifica el auge de la demanda de la construcción modular en la comunidad
19 nov 2018 . Actualizado a las 11:06 h.En menos del tiempo que media entre el amanecer y el anochecer, una parcela vacía puede convertirse en el refugio perfecto para un confortable chalecito de 68 metros cuadrado con dos habitaciones, un baño y un salón-cocina. Eso fue lo que logró Emsamble recientemente en una finca de Mugardos, donde esta firma fundada por profesionales de As Pontes, A Coruña y Ferrol llevó a cabo el montaje de una vivienda unifamiliar en apenas ocho horas, gracias a un sistema de arquitectura modular cien por cien industrializada que hace pocos meses le valió el premio VíaGalicia 2018 de la Xunta y Zona Franca a la mejor empresa innovadora.
«Lo que nos diferencia de otras firmas del sector es que nosotros podemos fabricar todo tipo de geometrías y no solo cubos, que es lo que suele ser habitual en la arquitectura modular», explica Santiago González, arquitecto del estudio ferrolano Stgo, que participa en Emsamble junto a la fábrica Prometal de As Pontes, el estudio de ingeniería + Bim de A Coruña, el aparejador Ángel Ramos y el ingeniero de Caminos Sergio Sampedro.
El caso de esta empresa ejemplifica bien el auge que está registrando actualmente la demanda de edificaciones modulares en España, con un crecimiento anual del 55 %. Santiago González no dispone de datos autonómicos, pero sospecha que el incremento en Galicia debe ser similar . «Nosotros estamos recibiendo una media de diez llamadas a las semana pidiendo presupuesto e información sobre este tipo de construcciones, sobre todo de uso residencial, lo que es una auténtica locura», comenta el arquitecto.
Más que de «arquitectura modular», González prefiere hablar de «arquitectura industrializada», porque el modelo desarrollado por Emsamble (www.emsamble.com) se basa precisamente en la industrialización de todo el proceso. Todas las piezas se fabrican en la planta pontesa de Prometal, aplicando un modelo similar al de las cadenas de montaje de la industria de la automoción, según explica el arquitecto, lo que permite tener un mayor control sobre el proceso constructivo.
Santiago González recalca que este modelo permite levantar edificaciones con las mismas garantías de seguridad que cualquier otra construcción convencional -«son viviendas para toda la vida, como las demás»-, pero en mucho menos tiempo y a precios más competitivos. «En el caso de una vivienda, el precio medio es de mil euros el metro cuadrado, y en lo que respecta a los tiempos de ejecución, construimos cuatro veces más rápido», advierte. Por ejemplo, para una casa de unos 70 metros cuadrados de superficie, la fabricación de los módulos en taller puede llevar unos dos meses, y el montaje, entre uno y dos días.
Además, el arquitecto destaca la enorme versatilidad del modelo constructivo desarrollado por esta empresa de reciente creación, ya que las edificaciones se pueden «reubicar, ampliar o cambiar de uso» a demanda de los clientes.
Una cartera de pedidos que incluye proyectos en Centroamérica
Aunque se creó hace apenas un año, la propuesta de arquitectura industrializada de Emsamble ya cuenta con muchos admiradores. Prueba de ello es el buen puñado de obras que ya ha ejecutado o está ejecutando en estos momentos, entre las cuales figuran edificios de uso residencial en Mugardos y Pontevedra, pero también construcciones comerciales -como la ampliación de la tienda de Aki Porriño-, un aula-taller para el centro de de la asociación Aspanaes en Ferrol y hasta un edificio «experimental» construido en colaboración con la Universidade da Coruña (UDC) para investigar la eficiencia energética de su modelo de arquitectura industrializada.
Además, la firma ha traspasado fronteras y ya ha conseguido llamar la atención del mercado internacional. En este sentido, Santiago González apunta que la empresa está trabajando en varios proyectos hoteleros para clientes de Panamá y Puerto Rico.