Hay establecimientos en los que nunca se sabe lo que se puede llegar a encontra
20 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hay establecimientos como el que regenta Roi López Iglesias en la esquina de calle Arce con María en los que nunca se sabe lo que se puede llegar a encontrar. Hace ya algún tiempo me topé allí con una figura de un popular personaje de la familia Adams a tamaño real. Se trataba de Fétido. Pues bien, hace unas semanas descubrí al singular personaje transformado en pirata como una de las piezas de la exposición de Puerto Chocolate en Exponav. Y es que llevarse de esa tien da algo y darle nueva vida está al alcance de cualquiera. Por ejemplo, ahora que llegan los carnavales, seguro que a alguien que quiera disfrazarse de cura se le ocurre dar uso a lo que hace solo unos días llegó a esa tienda. Ni más ni menos que las casullas de un sacerdote confeccionadas con telas nobles e hilo de oro, como marcan los cánones. Se trata del ornamento más vistoso entre todos los que usa un sacerdote durante la Santa Misa y allí está. Echar un vistazo a ese singular establecimiento es como subir al desván de la casa de los abuelos y abrir un gran baúl lleno de objetos insólitos y tesoros de otras épocas como libros, discos de vinilo, casetes, artículos de menaje y decoración, magnetofones y aparatos electrónicos vintage, viejos giradiscos, radios de válvulas y hasta ropa usada.