Noruega eleva a 75 millones el reflote de la fragata y estudia vender el acero

Manuel Arroyo Alves
Manuel Arroyo FERROL

FERROL CIUDAD

El informe de Defensa subraya el agujero económico causado por la Helge Ingstad

26 abr 2019 . Actualizado a las 22:53 h.

La fragata noruega Helge Ingstad flota de nuevo por sus propios medios. Unas planchas metálicas cubren la enorme cicatriz en su costado tras la colisión, el pasado 8 de noviembre, con el petrolero TS Sola. Desde entonces, la Armada del país nórdico ha invertido una cifra millonaria en su recuperación, aunque todavía no se ha determinado cuál será el futuro del navío construido en Ferrol como uno de los cinco de la clase Fritjof Nansen que supuso un contrato de 1.100 millones de euros para Navantia.

Según el informe anual de Defensa, presentado en Oslo esta misma semana, la recuperación de la fragata desde su reflote en el fiordo de Hjelte hasta los trabajos actuales ha supuesto un desembolso de 75,1 millones de euros -frente a los 66 iniciales- y estima que el valor del buque ha mermado de tal forma que será, en virtud de un informe de daños más exhaustivo que se espera para finales de abril, cuando se perfile la hoja de ruta a seguir.

Las opciones

La «incertidumbre» sobre las condiciones de la fragata en los cuatro meses que permaneció sumergida condicionó los exámenes técnicos a su puesta a flote. «El trabajo posterior revelará cuánto del casco y cuánto material a bordo se puede recuperar [...] y también se debe considerar si se puede usar para las otras fragatas de su clase o si es posible vender el acero», recoge el informe de Defensa. En ese documento se hace hincapié, asimismo, en el «riesgo financiero» con el que el departamento afronta el 2019 debido al incidente de la Helge Ingstad, además de la merma en la capacidad operativa de la Armada y el incremento de actividad para las otras unidades que conforman la serie.

Paralelamente, la investigación sobre el incidente que llevó a pique el navío, a cargo de la AIBN (Junta de Investigación de Accidentes de Noruega), sigue su curso y, tal y como se detalló en su último informe de abril, recopilará datos y testimonios hasta el verano, aunque ya se ha señalado a tres personas con papeles determinantes en el siniestro: el encargado al mando del TS Sola, el oficial responsable de la navegación de la fragata y un operario del centro de tráfico marítimo de Fedje.

Con el propósito de recrear con la mayor precisión posible el choque, la policía y la AIBN se pusieron al frente de un simulacro en el que participó el propio petrolero y una fragata gemela, la Roald Amundsen, para «obtener una mejor comprensión» de lo ocurrido, tanto por las condiciones de la mar, como por el efecto de las luces, ya que una de las conclusiones preliminares indica que la fragata no distinguió las señales luminosas.