Nuevos análisis en la ría de Ferrol determinarán la campaña de la vieira

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

FERROL CIUDAD

Los mariscadores y la Xunta estudian solicitar cambios en la normativa comunitaria que establece los límites para comercializar el producto

11 jul 2019 . Actualizado a las 13:15 h.

La campaña de la vieira en Ferrol sigue pendiente de la concatenación de resultados favorables en las analíticas realizadas en la aguas de la ría.

En las pruebas de junio, los niveles de toxina no permitían el inicio de la extracción del molusco. Una situación que se mantiene desde hace meses y que llevó a los profesionales de la Cofradía de Pescadores a solicitar una reunión con responsables de la Consellería do Mar a fin de buscar soluciones a esa problemática enquistada pese al avance en el saneamiento de la ría.

El encuentro se produjo el martes en la sede compostelana de la Dirección Xeral de Desenvolvemento Pesqueiro. Según informa el departamento de Rosa Quintana, «a confraría de Ferrol solicitou a realización dun estudo sobre os niveis de toxina rexistrados co obxectivo de desbloquear a situación». Al día siguiente, el Intecmar tomó nuevas muestras, cuyo resultado se conocerá este viernes. No obstante, una de las propuestas trasladadas al gobierno autonómico es «valorar a  posibilidade de solicitar cambios na normativa comunitaria». O lo que es lo mismo, estudiar «posibles cambios no réxime de análises en relación cos límites establecidos para comercializar a vieira en condicións de seguridade e así favorecer unha maior actividade do sector».

Jaime Gabarri, portavoz del gremio, y que también asistió a la junta, explica que esa medida pasaría por elevar a la Unión Europea una solicitud «para que se pueda bajar la media de toxicidad», siempre en los valores que no supongan «un peligro para la salud». Lo detalla en cifras: «La gónada y el músculo de la vieira tienen que arrojar, de forma independiente, un valor de 4,6, muy por encima del 2,1 indicado para el consumo». Su propuesta pasaría por que ese 4,6 fuese el techo para el análisis conjunto de ambas partes del bivalvo.