Condenan a una vecina de Ferrol a indemnizar a un menor al que le mordió su perro

FERROL CIUDAD

JOSÉ PARDO

El niño recibió asistencia por las lesiones sufridas en una pierna y estuvo a tratamiento psicológico por la fobia que le generó el ataque

11 sep 2019 . Actualizado a las 14:34 h.

El juez Javier Tudela Guerrero, titular de Primera Instancia número 4 de Ferrol, acaba de dictar una sentencia condenando a una vecina de la ciudad a indemnizar a un menor en la cantidad de 7.436,64 euros, más los oportunos intereses legales y las costas causadas a los demandantes, por el ataque de un perro de su propiedad. La demanda fue interpuesta por los padres del menor, con la representación letrada del abogado Cristóbal Pintado, por unos hechos ocurridos el día 4 de noviembre del 2017, cuando su hijo bajaba por las escaleras de un inmueble de la avenida de Esteiro en el que residen y fue atacado por un perro de raza pit bull terrier de su vecina.

El chico, que en esa fecha tenía 12 años, resultó mordido en el gemelo izquierdo y, según se recoge en la demanda, que el juez estimó en su integridad, tuvo que intervenir una de las personas que se encontraban en el rellano de las escaleras para separar la boca del perro de la pierna del menor, tirando fuertemente hasta que lo consiguió, causándole un desgarro, toda vez que el can no lo soltaba.

La víctima fue llevada a un centro médico de inmediato y estuvo sometido a curas diarias hasta el día 15 de diciembre de ese año, ya que, según se recoge en la sentencia, la forma natural de curar dichas heridas es dejando el cierre de dentro hacia fuera, tratando el riesgo de infección. Durante una semana más se le aplicó tratamiento tópico.

Como consecuencia del ataque, el menor generó fobia a salir de casa, por lo que tuvo que ser tratado por un psicólogo.

La dueña del perro se había opuesto a la demanda argumentando que no había una causa justificada para que el chico bajase por esa escalera, dado que desde su vivienda hay otra en el mismo portal. Además, añadía que, debido a que en ese rellano se estaba manejando una silla de ruedas, el menor intentó colarse por el medio de la gente, llegando a entrar en el domicilio de la demandana, momento en el que el perro, entendiendo que se estaba invadiendo su territorio, «procedió a marcar con sus dientes al menor».

El juez desestimó los argumentos de la demandada, a la que condena en los términos ya expresados.