Castillo de San Felipe

Marta Seijas TRIBUNA

FERROL CIUDAD

21 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco menos de un año, el gobierno municipal ferrolano, anunciaba a bombo y platillo que el castillo de San Felipe se beneficiaría del 1.5 % cultural del por entonces Ministerio de Fomento. El proyecto aprobado por la Comisión Mixta presidida por Pedro Saura, otorgaba el 75 % del presupuesto total de una actuación que se centraba en la eliminación de las múltiples humedades en las cubiertas pétreas de la fortificación, lo que atajaría considerablemente el deterioro del inmueble.

Pero tal y como nos tiene acostumbrado el Gobierno del Sr. Sánchez, «donde dije digo, digo Diego» el que pierde una vez más es Ferroliño, y una vez más San Felipe se queda sin la aportación de Fomento para bienes culturales y sin ninguna posibilidad de acometer unas obras tan necesarias como imprescindibles. Pese a todo, lo único que se desprende de las explicaciones del actual gobierno local a este respecto, es un conformismo inusitado, dando por bueno que el proyecto de rehabilitación de San Felipe fue superado por otras propuestas, y que volverán a presentar un proyecto mejorado y adaptado a los criterios que más puntúan. Sinceramente con todas las veces que se ha solicitado, considero que estas mejoras ya se pudieron haber efectuado y conocido perfectamente en que criterios incidir para la consecución del objetivo.

Esas parecen ser todas las explicaciones que el ejecutivo del Sr. Mato dará y que no sabemos si habrá solicitado a su compañero de filas, el Sr. Saura, que continua en esta legislatura como Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, o al Ministro Ábalos. Aunque dada la falta total de transparencia de la que hace gala Secretario de Organización del PSOE, dudo mucho que de luz alguna, y simplemente todo vaya a morir a la típica frase de sorteo de «esta vez no ha tenido suerte, inténtelo de nuevo».

Así pues, Ferrol encara el décimo mes de mandato con promesas electorales diluidas, sin presupuestos, sin la firma del Convenio con Defensa, con las calles simulando a un gran queso Emmental y sus típicos agujeros, sin contrato del servicio de limpieza viaria y recogida de basura, y una nula capacidad de gestión que repercute negativa y directamente en los ferrolanos.

Solo queda esperar a que los tilos holandeses de Armas, vayan más allá de una campaña de márketing pagada por todos, y hagan bueno el dicho de «a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija».