Belén Gualda sustituirá a Susana de Sarriá al frente de Navantia

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

FERROL CIUDAD

La próxima presidenta del grupo es la profesional más joven en ocupar el cargo

30 sep 2020 . Actualizado a las 18:17 h.

Navantia cambia de presidenta. La granadina Belén Gualda sustituirá en el cargo a la hasta ahora máxima responsable de la compañía pública, Susana de Sarriá, tras poco más de dos años de gestión. El Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) —accionista único de Navantia— propuso a la junta la designación de Gualda como consejera, paso previo a su nombramiento como nueva presidenta de la compañía.

Según informa la SEPI, Belén Gualda (Granada, 1974) es ingeniera de Caminos, Canales y Puertos «con nota final de sobresaliente en sus estudios de grado y acumula una amplia experiencia en puestos directivos dentro del sector público empresarial», en el que ha desarrollado gran parte de su carrera profesional, de la que destaca la reciente tarea realizada al frente de la Agencia de Obra Pública de Andalucía, dependiente de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, en «importantes proyectos de infraestructuras».

La segunda mujer al frente de la compañía será también la profesional más joven que ha ocupado ese cargo a lo largo de la historia de los astilleros públicos. Desde la SEPI subrayan también en su currículo la experiencia directiva por su participación entre los años 2008 y 2019 en diversos consejos de administración y consejos rectores de diferentes sociedades mercantiles y agencias públicas empresariales con participación también de capital privado. «Durante el desempeño de estas responsabilidades ha promovido proyectos de cooperación internacional en el ámbito de los Planes de Desarrollo Sostenible y ha volcado su experiencia en la gestión, coordinación y ejecución de los programas financiados con fondos europeos, sobre todo en el área del medio ambiente, el agua y el transporte multimodal», indica el organismo estatal.

Políticas medioambientales

De su perfil, la entidad pone en valor su compromiso «con las iniciativas para combatir el cambio climático», porque «ha sido una de las principales impulsoras de la concertación social en esta materia, en colaboración con el sector empresarial». A este respecto, Gualda fue miembro de la delegación regional que participó en la conferencia de París sobre el clima como especialista en la regulación relativa a la ley de Cambio Climático.

Respaldo a De Sarriá

Sobre su predecesora en el cargo —la ingeniera de montes Susana de Sarriá—, la SEPI califica su labor como un «empuje modernizador» gracias a la puesta en marcha del Plan Estratégico 2018-2022 de la compañía, «que incorpora una potente carga de trabajo para los astilleros de Galicia, Andalucía y Cartagena, un pujante programa de transformación digital y un proyecto de rejuvenecimiento de la plantilla e impulso a la formación a la altura de las necesidades de un mercado cada vez más competitivo». Según pudo saber La Voz, De Sarriá, que hace una semana compareció en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la situación actual de Navantia, solicitó su relevo a la SEPI por motivos personales. Tomó las riendas de la empresa en julio del 2018, en sustitución del mugardés Esteban García.

Cambio «inesperado»

«Ninguén estaba pensando no relevo da presidenta. Foi inesperado». Quien así habla es Javier Galán, presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, que mostró su sorpresa ante el relevo en la dirección de la compañía. Galán indicó que, «a nivel personal», el cambio «non favorece en nada» a la marcha del grupo naval, «non por facer unha defensa de Sarriá», aclaró, «senón porque a chegada dunha presidenta nova implica que se ten que facer coa empresa e van a demorarse moitas das cuestións que estamos negociando nestes momentos». «Non é normal que cada dous anos se esté cambiando a presidenta de Navantia», apostilló.

A corto plazo

Belén Gualda tomará las riendas de Navantia con el plan estratégico 2018-2022 en pleno desarrollo. Se basa en la contratación, la digitalización —Astillero 4.0— y el rejuvenecimiento de la plantilla. De hecho, la última comparecencia de De Sarriá en la Comisión de Industria del Congreso, el miércoles pasado, ocupó buena parte en la explicación a los grupos políticos sobre la apuesta por la soberanía industrial y tecnológica de Navantia, «como empresa tractora», con el objetivo de alcanzar el «equilibrio financiero». En cuanto a la falta de encargos para los astilleros locales en la ría de Ferrol cuando salga de la factoría el segundo AOR construido para la Marina de Australia, De Sarriá subrayó que «las F-110 van a suponer diez años de trabajo con una media de 7.000 empleos anuales». Pero será en el 2022. El «valle» —en palabras de De Sarriá— que atravesará el naval hasta entonces lo transitará su sucesora.