La unidad de rehabilitación de salud mental del CHUF trata cada año a 25 bipolares graves

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

En el área, medio millar de personas sufren esta dolencia

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La unidad de rehabilitación de salud mental del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) trata cada año a una media de 25 personas con trastorno bipolar grave. Son pacientes que viven en una noria de emociones que a veces los lleva a una euforia desatada y otras los sume en la más honda de las depresiones. Si en los momentos más maníacos echan mano de drogas como la cocaína u otros estimulantes el problema se complica, se alarga y se cronifica. De hecho, junto con la esquizofrenia esta es la enfermedad mental que más preocupa al equipo de salud mental del Área Sanitaria de Ferrol.

Desde este servicio recuerdan que no hay más incidencia de bipolaridad en Ferrol que en otros lugares de Galicia. Medio millar de personas, el 0,3 % de la población, sufre algún grado de bipolaridad, que muchas veces es leve.

 Pandemia

Los enfermos con trastorno bipolar se tratan en el servicio de salud mental del CHUF y los graves en una unidad de rehabilitación especializada. Sin embargo, durante la pandemia muchas de las consultas que son presenciales han tenido que mudar a otros cauces con más distancia, aunque se están recortando en función de los casos. Y es que los especialistas del área aseguran que las sesiones para todas las dolencias mentales siempre son más efectivas cuando pueden ver y escuchar al paciente. Recalcan que han recuperado la mayor parte de la actividad presencial, aunque temen que en los próximos meses llegue un aluvión de nuevos casos de problemas mentales derivados de la pandemia.

Alberto Durán, psiquiatra del CHUF.
Alberto Durán, psiquiatra del CHUF. CESAR TOIMIL

Alberto Durán, psiquiatra: «El alcohol y las drogas ensombrecen el pronóstico»

 

b. a.

Alberto Durán es psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol e insiste en que el trastorno bipolar es una enfermedad grave, pero con un buen pronóstico si se trata. De hecho, señala que la mayor parte de los afectados pueden sobrellevar bien los episodios con medicación y siempre que no consuman drogas u otros tóxicos.

 -¿Cómo viven los pacientes del área con la forma más grave de esta dolencia?

-Me gustaría dar un mensaje de esperanza con el trastorno bipolar, es cierto que es uno de los más graves que tratamos los psiquiatras. Sin embargo, el pronóstico es relativamente bueno: se calcula que entre el 70 y el 90 % de los afectados tienen una evolución buena o muy buena y que solo un 10 % estarían mal. Lo que caracteriza al trastorno bipolar son las crisis: bien de depresión, bien de manía, es decir, una euforia o alegría excesiva, pero fuera de estos episodios el paciente está estable, con una vida laboral o familiar absolutamente normal. En especial si acude a los servicios de salud mental y recibe el tratamiento adecuado.

-El problema suele ser encajar las repercusiones de lo que ha sucedido en la fase maníaca, en especial cuando están ligadas al consumo de alcohol o drogas...

-Es cierto que en muchas ocasiones van ligadas al consumo de sustancias ilegales. Cuando digo que hay un 10 % de casos que van mal pienso en este factor, porque el alcohol y las drogas ensombrece el pronóstico de los enfermos bipolares. Son casos que no vienen a las consultas y no toman la medicación adecuada.

-¿Los bipolares graves tienen más adicciones?

-Así es, es una tendencia que está recogida en estudios de todo el mundo. En fases de descompensación el consumo de drogas se incrementa y, además, cuando consumen estos estimulantes como la cocaína o las anfetaminas el pronóstico empeora muchísimo. Casi siempre son los casos que suelen ir mal.

-¿El abuso del alcohol y las drogas puede generar un trastorno bipolar como sucede con otras enfermedades mentales?

-Las drogas pueden provocar brotes psicóticos, episodios depresivos o de manía, pero en este caso tiene que haber una carga genética importante para que se desarrolle un trastorno bipolar. Es una de las dolencias de psiquiatría que más se asocia a la genética, aunque no hemos identificado claramente los genes asociados, pero se sabe de forma clara que una persona que tiene un familiar directo con bipolaridad tiene diez veces más riesgo de sufrirla que cualquier otro individuo. Con las drogas le irá peor, pero por sí solas las adicciones no desencadenan la bipolaridad, tiene que haber una carga genética.

-¿Qué pueden hacer las familias que tienen estos genes?, ¿Se puede detectar desde la infancia?

-Puede aparecer en la infancia o la adolescencia, pero lo habitual es que debute a partir de los 30 años. No obstante, cualquier niño que tenga un pariente en primer grado con bipolaridad y presente algún comportamiento raro la familia debe consultarlo a su médico de cabecera, que lo puede derivar a las unidades de salud mental infantojuvenil que funcionan muy bien en el área y allí determinarían el problema.

-¿Qué fase les preocupa más a los psiquiatras de la bipolaridad?

-La depresiva, las personas con este trastorno multiplican hasta por diez las posibilidades del suicidio, como sucede también con la esquizofrenia.