Un accidente eléctrico, la causa más probable de la muerte de 200 estorninos en Ferrol

m.varela / c. lópez REDACCIÓN / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Ornitólogos y expertos descartan que la acción del hombre provocase el suceso

14 feb 2022 . Actualizado a las 16:18 h.

El pasado viernes llovieron en Ferrol unos 200 estorninos muertos. Lo hicieron a la vez y sonaron como un trueno al tocar el suelo. Los vecinos que presenciaron el suceso, en las calles Alcalde Quintanilla y los jardines traseros del hospital Juan Cardona, en el barrio de Caranza, cuentan que los pájaros salieron en desbandada desde los árboles y cayeron fulminados sobre la calzada, los peatones y los coches aparcados. Expertos en aves responden que no es un suceso extraño. «É un fenómeno relativamente frecuente nos Estados Unidos, tamén acontece con outras especies», advierte el ornitólogo Xabier Vázquez Pumariño, biólogo y consultor ambiental.

Juan Carlos del Moral, responsable de ciencia ciudadana de la oenegé SEO BirdLife, menciona casos recientes, como el que captó una cámara el año pasado con varios bandos de estorninos moldeando formas en el cielo. «Se golpearon contra un camión y cayeron cientos. También ha pasado que se den contra un tendido. No se chocan solo un par, sino parte de un grupo en el que igual hay 2.000 miembros», añade Del Moral. El accidente eléctrico apunta a ser la causa más plausible. «É o máis probable: un día nubrado, con néboa e moita humidade ambiental. Ían moi xuntos e igual un deles fixo contacto cun cable aéreo de electricidade», explica Vázquez Pumariño. A partir de ahí, con las aves mojadas, el resto del grupo se electrocutó y se precipitaron al suelo. «Mesmo con electricidade estática, como unha descarga, aínda que iso é máis especulativo», reconoce.

Para José Luis Rabuñal Patiño, también ornitólogo y gran embajador del estuario del Anllóns, entre Ponteceso y Cabana, como lugar de observación, no habría otra explicación. «Que morran de forma simultánea é moi significativo. Se fose algo espazado durante horas podería ser outra causa», comienza este abogado del Estado jubilado. «Hai que dicilo con cautela, a expensas da necropsia, pero tivo que ser un accidente de natureza eléctrica», subraya. De haberse golpeado contra una cristalera, entiende que esta debería ser de enormes proporciones para provocar la muerte de los más de 200 estorninos: «Pode chocar algún, pero non tantos». Además, añade que estos pájaros «voan moi ben e teñen un sentido da orientación moi grande».

No fue provocado

Los tres dudan que haya habido causas externas o provocadas por la acción humana en este suceso. Dice Juan Carlos del Moral que se emplean petardos y otros sistemas para no formar dormideros, pero «en ningún caso» provocan la muerte. Xabier Vázquez Pumariño sí recuerda algún caso en Estados Unidos, pero «sería moi raro» en este caso. «As empresas de control de aves usan rapaces ou sons de alerta específicos para cada especie, non é frecuente matar directamente porque non é efectivo. Si o é molestar para que os durmideiros que forman non lles sexan confortables», continúa.

Tampoco la hipótesis de una toxina en el aire. «Se fosen envelenados, non morrerían todos á vez», razona Rabuñal.

Los veterinarios de la Xunta analizan las aves para tratar de averiguar el origen del fenómeno

Los veterinarios de la Xunta de Galicia siguen analizando las aves en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Oleiros, pero todavía no hay resultados que determinen qué causó la muerte de los pájaros. El Concello de Ferrol y la Consellería de Medio Ambiente están colaborando estrechamente para tratar de esclarecer lo ocurrido, según destacó ayer la concejala del área, Ana Lamas.

La edila señala que, desde la Xunta, se felicitó al Ayuntamiento por contar con una empresa encargada del control de la población de aves en la ciudad y se reconoció «que está realizando un buen trabajo». Y es que el mismo día que se registró la muerte de los estorninos, la empresa Locus Avis, responsable del citado servicio en Ferrol, ya aportó datos al respecto. Los árboles en los que se produjo la desbandada no estaban catalogados como dormidero habitual de estas aves y, de hecho, vecinos de la zona aseguraron a este periódico que solo llevaban allí tres noches antes de que se produjese el suceso.

Ejemplares en el campus

En su informe, la empresa Locus Avis recogió que se había descubierto en la víspera una treintena de ejemplares en los jardines del campus universitario de Ferrol. Donde sí estaban catalogados como dormideros habituales, uno de ellos en el Cantón, no había ningún estornino.