Rubén Orzáez, ala fichado por O Parrulo: «Se ve la ilusión en la gente, la directiva y en nosotros»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

El madrileño recuerda con emoción su visita a A Malata la pasada campaña:  «El pabellón estaba lleno hasta arriba y eso engancha a cualquiera»

07 nov 2022 . Actualizado a las 14:26 h.

Rubén Orzáez (Madrid, 1993) recuerda su última visita al pabellón de A Malata. Fue con el Peñíscola en la última jornada de la temporada pasada, en la que O Parrulo «se jugaba la vida». «El pabellón estaba lleno hasta arriba y eso engancha a cualquiera», ensalza. Con ese espectáculo en la retina y la confianza depositada por el club, no dudó en hacer las maletas a Ferrol. «O Parrulo se puso en contacto conmigo y desde el primer momento me dio mucha confianza y mucho cariño. Es un club que lleva mucho tiempo en la élite, que llama, con un pabellón tan grande, en el que se respira tanto fútbol sala, para los jugadores es un placer», destacó el ala.

Orzáez ha sido el primero de los fichajes presentados esta campaña. De estos primeros días en su nuevo hogar destaca «la ilusión» que tiene el vestuario en el proyecto. «Se ve en la gente, se ve en la directiva, en nosotros mismos... y eso al final es bonito para empezar», agradece. Pero advierte de la dificultad de la contienda y la competición. «Los partidos son los que te van poniendo los objetivos a corto plazo. La Segunda División va a ser muy igualada e incluso más por la parte de arriba que en la temporada pasada. El año pasado el Noia Portus Apóstoli arrancó y no hubo nadie que los parara, pero ahora va a estar tan igualado tanto por arriba y por abajo, como también por los playoffs y por ganar la liga», explica. Augura duelos que se decidan «por pequeños detalles».

Otro gran objetivo de la temporada será enganchar a la afición desde el minuto uno. «Que se puedan vivir momentos así —en referencia a su visita con su club anterior— en A Malata», desea.

Sobre su nuevo vestuario destaca esa mezcla de jugadores veteranos con promesas del fútbol sala. «Es una mezcla de veteranía y juventud y lo que les falta a unos lo tienen los otros», describe.