Los edificios que nacieron contra la «no arquitectura» de Ferrol

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Edificio de la esquina de la calle Almendra con Concepción Arenal de Alfredo Alcalá
Edificio de la esquina de la calle Almendra con Concepción Arenal de Alfredo Alcalá José Pardo

En los 70 jóvenes arquitectos locales apostaron por proyectos cuidados para contrarrestar la especulación imperante

02 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En la década de los años 60 en Ferrol comenzó una especulación urbanística que, en muchos casos, se llevó por delante edificios históricos para sustituirlos por moles «sin la más mínima intención creativa o arquitectónica y de bajísima calidad o equipamiento», según detalla el estudioso Pablo Rey en un tratado sobre un fenómeno que se denomina la no arquitectura. Apenas unos años después, un grupo de jóvenes arquitectos ferrolanos comienzan a trabajar para «poner en orden un ámbito profesional plegado a los intereses de los constructores», según detalla Rey, que apunta a la redacción del plan general de 1972 como una de las armas más imprescindibles para este cometido.

Las viviendas rosas de Caranza
Las viviendas rosas de Caranza JOSE PARDO

Había necesidad de viviendas y por eso se crea el barrio de Caranza, tras el derribo de Esteiro. Las fórmulas de cooperativas dejaron libertad a unos creadores que comenzaron a introducir nuevos estilos llegados de Europa, como el Brutalismo. Los grandes bloques de viviendas de Caranza, conocidas como Las Rosas, son un ejemplo. Curiosamente se pintaron en este tono para solucionar un problema de humedades. En la esquina de la calle Almendra con Concepción Arenal hay otra actuación del mismo arquitecto que impulsó el cambio en Caranza: Alfredo Alcalá. En este caso, el hormigón crea unos volúmenes novedosos para la época que se acompañaban de carpintería de madera.

Antiguo pabellón de la Marina en A Malata. Proyectado por un arquitecto local, Vicente García Lastra, para las ferias navales y lejos de las premisas de baja calidad que imperaban en la época.
Antiguo pabellón de la Marina en A Malata. Proyectado por un arquitecto local, Vicente García Lastra, para las ferias navales y lejos de las premisas de baja calidad que imperaban en la época. JOSE PARDO

El contrapunto del recinto para ferias de industria naval

No todo lo que se construyó en la ciudad en los años 60 estaba marcado por la especulación. En el lugar que hoy ocupa FIMO se crearon una serie de construcciones para acoger ferias de la industria naval internacionales. El profesor de la Escuela de Arquitectura de A Coruña Antonio Río asegura que estos encuentros «celebrados a principios de los años 60 tienen especial relevancia debido a la arquitectura que posibilitan, donde aparecen de modo claro la recuperación de unos principios modernos» que estaban llegando a España. Río cree que los pabellones de Marina son una joya de ese movimiento, pero hoy están en el olvido.

Esta nave para muestras la proyectó uno de los arquitectos ferrolanos que buscaba otra imagen para la ciudad: Vicente García Lastra. Tanto este recinto como el Instituto Nacional de Industria, completamente transformado ahora, acogieron muestras temporales y fueron clave: «Limitan el ámbito de la plaza y ofrecen un diálogo interesante de dos maneras de entender la recuperación moderna de la arquitectura», detalla el de profesor de Historia de la Arquitectura.