El obrador fenés Happy Bake, abierto hace año y medio, se expande con la próxima apertura en Narón de un despacho de cocina dulce y café
11 ene 2019 . Actualizado a las 09:31 h.Un bosque de animales, un castillo de princesas, una fiesta del té o una figura del propio cumpleañero jugando al fútbol. Son algunas de las ideas más ingeniosas plasmadas en la repostería creativa que propone Happy Bake. El obrador de cocina impulsado por Alicia Santomé abrió sus puertas en Fene hace año y medio como un espacio destinado a esta cocina más artística, además de elaborar por encargo dulces personalizados para eventos. Una propuesta culinaria que ha crecido como la espuma. En este tiempo no ha parado de incrementar la demanda y la empresa se enfoca ahora en expandir sus horizontes con la futura apertura de un nuevo establecimiento en la plaza de Galicia de Narón.
«Fene se ha quedado pequeño más rápido de lo que esperaba. La demanda es muy alta», reconoce la impulsora. Empezó sola en este proyecto del que ahora también forma parte Lorena Fernández. Y el próximo paso será diversificar el negocio con el nuevo espacio. «La idea es abrir en Narón un despacho de repostería y de café, a la vez que mantendremos el local de Fene destinándolo específicamente a obrador», explica. La previsión es que esta nueva propuesta pueda abrir sus puertas en el mes de marzo y, apunta, será algo bastante novedoso. «Nos dedicamos a la repostería creativa, principalmente, americana, como cupecakes, brownies... Será lo que se venda en Narón donde habrá también despacho de café. Es algo novedoso. La idea es que sea para llevar aunque habrá un espacio para quien quiera tomarlo allí», detalla.
Para la apertura en marzo del nuevo establecimiento contratará a dos nuevas personas -una para el local de Narón y otra para el obrador de Fene- a las que, prevé, se sumarán posteriormente otros dos trabajadores. Por ello insta a los interesados a enviar sus currículos al correo electrónico happybakereposteria@gmail.com.
Aunque Alicia apostó por la repostería profesional hace año y medio, la pasión le viene desde siempre, reconoce. «Siempre hacía cosas en mi casa para mi familia y amigos», recuerda. Y decidió aparcar su trabajo como diseñadora de moda para lanzarse a emprender con esta aventura. «Mi familia me echaba para atrás, es algo nuevo y hay gente que no lo entiende, pero estoy supercontenta, no ha podido ir mejor», agradece.
Para intolerantes
Uno de los principales atractivos de la propuesta de Happy Bake es, además de la personalización de al repostería -«intentamos no repetir ninguna tarta», recalca-, su adaptación a las intolerancias alimenticias. «Soy intolerante a la lactosa. Sé lo que es quedar con los amigos y no poder comer, así que tenía muy claro que quería hacer repostería sin gluten, lactosa o huevos», expone, además de para veganos o diabéticos, por ejemplo, lo que le ha hecho ganar clientes de fuera de la comarca.
