Los vecinos de Xuvia piden al Concello de Narón que asuma su titularidad
22 sep 2023 . Actualizado a las 17:17 h.En un sueño eterno duerme la casa indiana de San Román. Cual una suerte de victoriana mansión encantada junto a la carretera de Castilla, sufre robos y ruinas que se suman al inexorable paso del tiempo. Símbolo de Xuvia, alzada hace casi 150 años gracias al marino e hidrógrafo Claudio Montero Gay (1824-1885), añora con volver a sus años dorados. Le han robado hasta el metal de su emblemático tejado. La maleza crece y los cascotes se derrumban sobre su escalera de caracol, casi como en un embrujo en Salem's Lot. Y los vecinos urgen desde hace más de quince años a que el Concello de Narón logre su titularidad pública: «Trátase dunha reclamación histórica, reclamamos o seu uso para os veciños».
Así lo indican desde la asociación Altea, que ya hace una década protagonizaba protestas para finalizar con este deterioro. «O edificio ten un valor monumental importante e atópase na zona central de Xuvia, pero cos actuais propietarios está nun gran abandono», indica su presidente Anxo Rial. Dentro se conservaban piezas únicas de cuando allí residía la familia San Román (descendiente de Claudio Montero), muchas cedidas y otras saqueadas. Pajareras de madera, un maniquí de un guerrero samurai, una réplica del Ko-i-Noor (el mayor diamante del mundo), una bañera de mármol negra hecha con un solo bloque de piedra serpentina de Moeche...
El Concello de Narón recalca que se trata de una propiedad privada en su día cedida temporalmente a esta administración pública, pero que dicha cesión dejó de estar en vigor hace tiempo. Semejante monumento indiano tiene tal importancia que el libro Narón, Xuvia, Neda (de Fernando Masafret y Tomás Casal, que pronto verá la luz) le dedica un capítulo entero. En él relatan la historia de Montero Gay y los San Román, con fotos de época en los jardines con «bambú negro, camelias, leones de piedra y soberbio sistema de acequias».
Como recalca Anxo Rial de la Asociación Veciñal Altea, «sempre reclamamos que o espazo fose público para ser mellor conservado e adaptado ás necesidades do barrio, a casa está abandonada e foi roubada, asistimos con moita preocupación a como avanza o deterioro».
Añade que «quedan poucas casas indianas como esta, o ideal é que abrisen o edificio e os xardíns ao público».
Mientras tanto quedan los recuerdos de los familiares, como aquel cocodrilo disecado de Filipinas: islas en las que Claudio Montero investigó su hidrografía durante 28 años y luchó contra los piratas.