Un trabajo que exige dedicación y herramientas específicas, como una bici-carretilla

Ana F. Cuba FERROL

ORTIGUEIRA

La extracción de resina requiere habilidad

17 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La extracción de resina requiere cierta habilidad y, sobre todo, mucha dedicación, además de herramientas específicas. El trabajo comienza en invierno. «Reduces la corteza al mínimo posible [en una superficie que no puede superar los 12 centímetros de ancho y los 50 de alto, según la normativa castellanoleonesa; en Galicia no está regulado], sin llegar a tocar la parte viva; se llama derroñar y se hace con un barrasco. Y colocas la grapa [pieza metálica muy fina en forma de v], por donde caerá la resina hacia el recipiente», explica Francisco. 

Tras la parada biológica (con el clima de la zona podría extraerse resina todo el año), en febrero comienza el auténtico trabajo de resinero. Consiste en realizar un corte horizontal con una azuela (o escoda) de tres centímetros de ancho en la superficie ya pelada y aplicarle un estimulante químico de los canales resiníferos [favorece la excreción]. Así, una vez cada 12 días. Queda la remasa: la resina acumulada en los potes se vacía cada mes y medio en un depósito de mayor tamaño, con la ayuda de una especie de bicicleta-carretilla.