El GES de Ortigueira, saturado por los nidos de velutina, con hasta 22 avisos en un solo día

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

CEDIDA

El Concello compra una marcadora, un fusil que dispara vectores congelados con veneno y neutraliza los enjambres

20 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La proliferación de la Vespa velutina nigrithorax, que pareció frenarse el año pasado en Ortegal, se ha recrudecido este verano, a tenor de los datos que maneja el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Ortigueira, encargado de la retirada de nidos en este municipio y en los vecinos de Cariño, Cerdido, Moeche y As Somozas. Su responsable, Jaime Villar, ya advirtió a mediados de julio de la imposibilidad de destruir todos los nidos, por la avalancha de avisos.

 El jefe del servicio insiste en pedir a los vecinos que llamen al 012 para agilizar la retirada

El récord alcanzado en esta campaña se sitúa en 22 notificaciones de enjambres en un solo día. «A este ritmo -sostiene Villar-, acabaremos el año por encima de los mil». La mayor concentración se da en la franja costera de Ortigueira (alrededor del 75 % de los hallazgos) y Cariño, con menor incidencia este año en los concellos del interior. El jefe del GES insiste en pedir a los vecinos que llamen al teléfono 012 para informar de la existencia de nidos, y no directamente al equipo de emergencias, «para facilitar la coordinación y, por tanto, agilizar también la retirada». Los situados cerca de las viviendas o en zonas de tránsito son los prioritarios. Aun así, hay muchos pendientes de eliminar.

En cuanto se supere la actual fase de pruebas, el personal del GES utilizará la marcadora que acaba de adquirir el Concello de Ortigueira, por cerca de tres mil euros, para combatir la velutina. Se trata de una especie de fusil (similar a los utilizados en el paintball) que dispara vectores congelados con bolas de insecticida (el coste es de 0,50 euros y se prevé el uso de siete u ocho por nido). El veneno penetra y neutraliza la colonia de avispas.

«Está pensada, sobre todo, para los más altos, desde 15 o 20 metros; es más funcional que la pértiga y permite disparar en zonas poco accesibles [tiene un alcance efectivo de 60 metros]», subraya Villar, convencido de la utilidad de esta nueva herramienta, en cuanto dominen su manejo.