«Es bárbaro que puedas moverte por el centro sin tráfico»

Carla Elías Martínez
CARLA ELÍAS PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

JOSE PARDO

Las mayores críticas a la peatonalización del casco eumés, que cumple diez años, son por el aparcamiento en época estival

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas voces suenan discordantes en Pontedeume contra la peatonalización del casco viejo. Hace una década finalizaba la instalación de los pivotes que cortan el acceso rodado a las calles Couceiro Freijomil, Real, de la Iglesia, Ferreiros, San Agustín y Santiago. «Estas calles del centro de Pontedeume no son para que circulen los coches, aunque ahora algunos pasan igual. El mayor cambio fue que antes aparcaban por aquí», comenta Marga Sardiña Es propietaria de la zapatería Calzados Camino junto con su hermana Adelaida Sardiña. El negocio lleva más de ochenta años en la zona ahora peatonal y ellas son la tercera generación de la familia al frente de la tienda. «Los transportistas tienen en la zona para carga y descarga. Nosotras estamos muy bien situadas para eso», explican.

Los colectivos implicados en esta medida destacan lo bien organizado que está para que no se produzcan problemas. «Hay alrededor sitios reservados para los transportistas, está bien organizado. No respetan mucho los coches el sitio, pero bueno», indica Javier Leira, responsable del bar A Cociña. «Llevamos aquí 25 años. Cuando se tomó la medida no hubo ninguna polémica. Es bueno que se haya hecho peatonal, ayuda mucho», reconoce. Como hostelero la mayor ventaja de la peatonalización es el plus de poder instalar la terraza. «Se llena tanto en verano como en invierno, da vidilla, es cómodo para las mamás, es un sitio de ocio...», destaca. Cree que esta medida no genera ningún inconveniente, «yo no le veo ninguno».

Adelaida Sardiña, además de comerciante, también es vecina del centro. «Estoy a favor, tanto como comerciante como vecina. Lo mejor es que no hay tanto ruido de coche, sobre todo por las noches», apunta. Mercedes Rodríguez, lleva más de treinta años viviendo en la villa de los Andrade y también defiende la ausencia de tráfico en estas calles. «Esto es bárbaro, el que puedas moverte por la villa sin tener problemas de tráfico es una maravilla. Como viandante no tengo problema ninguno».

A Cristina Fernández le cambió la vida hace dos meses cuando nació su hijo. Ahora recorre el casco viejo con un carrito por lo que la peatonalización es para ella si cabe más importante porque residen en el mismo centro. «É unha ventaxa, estou a favor. O maior problema para os que vivimos é aparcar, pero bueno, creo que temos que entender que non podemos aparcar pegados á porta», indica. El aparcamiento lo sitúa en la otra cara de la modena. «É complicado, sobre todo en verán que non se pode aparcar. Pero ten outras ventaxas, poder saír e disfrutar do pobo camiñando», agradece.

Otro de los colectivos más afectados es el de los taxistas, que salvo excepciones no pueden acceder a estas calles. El taxista Moncho Río lleva casi cuarenta años trabajando con su coche. «Tiene que haber un orden para que la gente que vive dentro del casco pueda acceder, al igual que los coches que vengan a surtir mercancía», reconoce. Explica en su caso que nunca ha tenido ningún inconveniente para llevar a su casa a personas mayores o con movilidad reducida. «Si tengo que acceder con alguien con minusvalía o a recogerlo, siempre pedí permiso a la Policía Local y nunca tuve ningún problema. Está bien organizado. Yo no puedo llegar y pasar», detalla. Recalca también como punto a favor la ubicación de la parada de taxis. «Está en un sitio ideal, sobre todo para la gente que viene con la compra. En invierno, en los soportales, es un buen cobijo para los días que llueve, para acceder al taxi y sin ningún tipo de peligro porque no está en la calle», señala. Coincide en que no encuentra «ningún punto malo a la peatonalización, en un casco histórico como el de Pontedeume en el que las calles son muy angostas no es normal que circulasen coches, solamente para casos de necesidad».

Sin multas

Desde la Policía Local eumesa explican que los vecinos con problema de movilidad disponen ya de su propio mando para abrir y bajar los pivotes que cortan el acceso rodado a estas calles. Y confirman, no obstante, que si alguien necesita entrar por alguna cuestión de urgencia deben llamar a los agentes. «Funciona muy bien, la gente respeta las zonas en las que se puede acceder», recalcan. Y añaden que no tienen que poner multas por problemas en esta zona. «Hay más problemas en algunos puntos que la gente no respeta las plazas para minusválidos», indican.