Ascenso al monte Breamo por un camino de la Edad Media

CRISTÓBAL RAMÍREZ

PONTEDEUME

CRISTÓBAL RAMÍREZ

Del monasterio de los agustinos se conserva solo la antigua iglesia, un ejemplar románico de matrícula de honor

17 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya en tiempos medievales se subía desde Pontedeume hasta la cumbre del monte Breamo por un camino que arrancaba en el espacio que hoy ocupa la iglesia de Santiago, un magnífico ejemplar que se merece una visita. Y a medida que se ascendía, la pequeña y noble villa y los últimos metros del río Eume iban quedando allá abajo. Hoy, de los carballos que poblaban esas laderas queda poco más que el recuerdo, y los ha sustituido el eucalipto.

Breamo fue un maravilloso punto de observación sobre el golfo Ártabro. De hecho, la actual carretera se abre en un mirador que en teoría sirve para eso, para admirar ese espectacular entrante de mar, pero la arboleda ejerce de infranqueable barrera.

En cualquier caso, recuperar ese camino merece la pena. Un tramo, quizás, es el auténtico, y en otro se ha buscado una solución que parece la mejor de las posibles. De manera que, en efecto, visítese la iglesia de Santiago y súbase por las escaleras para llegar a las casas de arriba. Y por esa calle ascendente, hasta que aparecen otras escaleras, el auténtico arranque unas pocas docenas de metros más allá.

¿Es ese el camino medieval que se seguía para subir y bajar a Breamo y a su monasterio? Debería serlo, porque cuesta imaginar cualquier otro, teniendo en cuenta que la carretera actual es un trazado dieciochesco. Desde luego, es el más corto, aunque en estos momentos necesita una limpieza -un grupo de excursionistas limpió hace poco las zarzas que impedían el paso, pero es bien sabido que en Galicia todo crece muy rápido-, y para recorrerlo es al menos muy recomendable ir con un calzado apropiado.

Mucha pendiente, nada que resulte imposible para niños, corto trayecto y una auténtica selva. Y empieza en las citadas escaleras, que arrancan donde una baliza de madera con llamativo color naranja advierte bien a las claras que ese es el acceso peatonal.

Hay escalones no solo ahí, sino también más adelante, e incluso antes de llegar al asfalto. Alguna construcción auxiliar, hoy en ruinas, le imprimen al trayecto un cierto aire fantasmagórico, a lo cual incluso colabora un grueso árbol caído que obliga a bajar un poco la cabeza, sin más. Al llegar al pequeño núcleo de casas de Vista Alegre da la impresión de que el sendero acaba, y no es así: hay que continuar, dejando la primera vivienda a la izquierda.

Es probable que el camino medieval siguiese más o menos de frente, pero por ahí no se pasa. Lo oportuno es elegir la pista de la izquierda -una vez más: en ascenso-, y en determinado punto balizado girar a la diestra. Ese camino de tierra, ancho y siempre tirando hacia arriba, remata en la sobresaliente iglesia románica de Breamo.

EL COMIENZO

43º24'20''N 8º10'18''W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

Subiendo en el primer tramo, una pequeña selva.

EL DESAFÍO

Identificar el camino medieval desde Vista Alegre.

EL PASADO

La iglesia de Breamo data del siglo XII y formó parte de un monasterio agustino.