Padre e hijo que compiten en la élite de las carreras de inercia

Carla Elías Martínez
Carla Elías VALDOVIÑO

VALDOVIÑO

Azariel Productions / Pablo C. Méndez

Acaban de participar en el campeonato europeo y aspiran a ganar el nacional

22 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El hijo fue el encargado de introducir el gusanillo de la velocidad como una afición en la familia creando su propio bólido para competir en la bajada de carrilanas de San Mamede. Ahora, seis años después, Martín y Javier Varela, padre e hijo vecinos de Valdoviño, compiten en la élite europea de las carreras de inercia, un deporte que Martín quiere convertir en su futuro por lo que el curso que viene, que cumple 16 años, comenzará a estudiar la formación profesional de electromecánica.

La última gran carrera de la que acaban de regresar a Valdoviño es la de Viú, en Italia, donde se disputó el campeonato de Europa. «Hicimos casi dos mil kilómetros en furgoneta y dormimos en ella porque entre gasolina y peajes es un viaje muy caro», explica Javier. Y es que a pesar de los buenos resultados -Javier cumplió la misión de quedar entre los diez primeros al finalizar octavo en la categoría de C8 y Martín acabó decimonoveno en C4- los patrocinadores con los que cuentan solo les llegan para costear el mantenimiento de los coches. Tampoco tienen las mismas oportunidades que en otros países para poder entrenar. «En Italia jugamos con desventaja. Aquí no entrenamos absolutamente nada porque no tenemos capacidad para cerrar un kilómetro de una pista con pendiente y curvas, es mucho papeleo administrativo. Los entrenamientos libres son en carrera la primera manga. En Italia se celebra la carrera desde los años cincuenta, es un circuito muy técnico y tienes que memorizar en una pasada», explica el padre.

Ambos acaban de participar de nuevo en la carrera que les vio nacer, las carrilanas de San Mamede, donde quedaron en la segunda posición de cada categoría (Martín también participó en C3 en la que ganó), y la próxima parada será la final de la copa de España y campeonato nacional que se celebrará el 30 de septiembre y 1 de octubre en Pintos, Pontevedra, donde aspiran a lo más alto. Javier lidera la clasificación de su categoría y Martín espera subirse al podio.

Martín quiere convertir su pasión en su futuro por lo que no ha dudado en comenzar a formarse en electromecánica. Las carreras de inercia son «una motivación» para compaginar sus estudios con el deporte. De hecho, en vez de acudir a un taller, él mismo se encarga del trabajo técnico del vehículo y labores de regulación, suspensión, frenos, montaje, etcétera. Y lo que no sabe sobre el coche: «Pregunta». Su padre, técnico de calderas y maquinaria industrial, empezó en el deporte hace tres años. «Iba a las carreras con Martín para acompañarle y al final decidí apuntarme yo también», comenta.

Búsqueda de patrocinio

Ahora lo primordial es conseguir patrocinio para sufragar los gastos de un deporte caro tanto por el mantenimiento de los vehículos como por el desplazamiento a las competiciones, pero con el que llevan el nombre de Valdoviño fuera de nuestras fronteras.

El palmarés de esta temporada

La Voz

Esta temporada Martín compite en las categorías C3 y C4 (dirigidas a diferentes edades por lo que se mide con pilotos de más experiencia) y ha quedado primero y tercero en la prueba de Llanera (Asturias); segundo en las categoría C3 en Burgos y Lugo; y primero y segundo en las diferentes categorías en San Mamede. Javier ha quedado segundo en todas y primero en Lugo en C8.