Un inicio ilusionante

Julio González

FORZA BREO

ALBERTO LÓPEZ

02 oct 2022 . Actualizado a las 20:49 h.

El frenético inicio de la nueva temporada se saldó con dos victorias en dos partidos para el Rio Breogán. Dos partidos que dejaron, por este orden, cinco cuartos para la esperanza, uno para el olvido, otro para sufrir y otro para disfrutar. El triunfo en la pista del UCAM Murcia, ante un equipo sobre el papel superior, fue sorprendente para todos, menos quizás para los que vestían de celeste. El partido se jugó y se terminó desde la solvencia, dejando a un lado las dudas sobre la solidez del juego interior y coronando a Ethan Happ como jugador revelación. Como en el cuento infantil, tras el primer soplido de la liga, la casa del Breogán demostró ser cuanto menos de madera, pero de ninguna manera de paja, como se pensaba. Junto al sorprendente pívot, un base alemán descarado y vertical, jugadores de equipo con talento, y dentelladas de Sergi García para terminar de matar la posible reacción murciana. Primera victoria y el breoganismo se preguntaba si se podría volver a soñar con la zona media.

Tan solo dos días después esperaba en el debut en el Pazo un Fuenlabrada herido y muy necesitado de la victoria. El Breo se sentía favorito. Un Pazo lleno y ansioso de volver a practicar su breoganismo esperaba la puesta en escena. Y el primer cuarto no fue más que una continuación de lo visto en Murcia. Todo apuntaba a un partido plácido, pero llegó el segundo cuarto. Fuenlabrada subió la intensidad defensiva, impidiendo la circulación de balón. El Breogán se volvió errático, cometió demasiadas pérdidas, y vio como su porcentaje de dos puntos bajaba hasta límites poco tolerables. Por si fuera poco, el acierto de tres del rival enjugaba la ventaja local y le daba la vuelta al partido. El paso por vestuarios dejó un tercer cuarto en el que el equipo celeste tuvo que reinventarse y adaptarse al juego que le planteaba el rival porque se seguían cometiendo muchas pérdidas. Para colmo de males, los pívots fuenlabreños superaban a Happ y a los celestes les sobraban pases en ataque. Veljko Mrsic revolucionó el quinteto, puso en pista a jugadores que ya conocían la ACB, y así, con muchísimo sufrimiento, se consiguió empatar el partido. El último cuarto fue quizás el más importante de los que haya jugado este equipo. Lucha, intensidad defensiva, velocidad, y la participación de secundarios que quizás no lo sean tanto y que en todo caso han demostrado carácter y saber competir.