Toca seguir. Porque se hace camino al andar. En un escenario que cualquier breoganista hubiera firmado a principio de temporada, tanto por el nivel de juego como de resultados. Con nueve importantes e ilusionantes jornadas por delante. Con mucho todavía por hacer. Sin que nadie olvide cuál era el objetivo inicial, pero, a la vez, compitiendo al máximo para lograr lo que más se pueda.
En este tránsito, la próxima estación está en el Barris Nord. Allí espera al Breo un Lleida con un excelente rendimiento en su vuelta a la Liga Endesa y con la permanencia muy bien encaminada porque Leyma y Granada, por mucho que los granadinos sepan nadar muy bien en estas complicadas aguas, lo tienen realmente difícil para lograr la salvación. El conjunto ilerdense se ha movido bien en el mercado para mejorar su róster, con James Batemon, que tanto les está aportando, como mejor ejemplo, e incorporando recientemente a Demajeo Wiggin para fortalecer su juego interior y a Mikel Sanz para suplir la marcha de Caicedo. Gran rendimiento de Luka Bozic, Oriol Paulí, Thomas Broleph y Corey Walden en el perímetro; dos bases de buen nival, Rafa Villar y Keye Van der Vuurst; un juego interior trabajador, intenso y duro con un rendimiento mucho mayor en los intangibles que el que puedan mostrar las estadísticas, con Pierre Oriola, Johnny Hamilton y Edo Muric en sus principales roles.
Y como gran noticia antes de este choque, la renovación de Luis Casimiro en el banquillo del Río Breogán. Estabilidad, continuidad, sentido común, experiencia, energía, tranquilidad... Hace unos días, un entrenador, preguntado acerca de otro, decía lo siguiente: "Lo respeto mucho porque nadie le ha regalado nada". O sea, que regalos hay. Claro que los hay, y demasiados, y eso no está bien. Lo que sí que lo está es que las trayectorias, capacidades y rendimientos tengan su premio, como en el caso del actual entrenador breoganista. Bueno para el Breo y bueno para Luis. Ojalá se celebre esta continuidad con una victoria en ante el Lleida. Lo de siempre, mucha suerte, Breo.