Stephen King, un Rey Midas para el cine

M.A. FERNÁNDEZ

FUGAS

MIKE SEGAR

Un repaso a las adaptaciones del escritor a la gran pantalla

21 ago 2017 . Actualizado a las 00:26 h.

Ignoro si en algún momento de su vida la imaginativa mollera de Stephen King se detuvo a pensar en el mito del rey Midas, aquel rey de Frigia, allá por el VIII-VII a.C., al que un agradecido dios Dionisio otorgó el poder de convertir cuanto tocaba en oro. Pero si en la convención audiovisual de Hollywood tal privilegio todavía se otorga a Steven Spielberg, el de la ficción literaria llevada a imágenes, sin duda es para Stephen King, con más de un centenar de adaptaciones al cine y a la televisión, o como en La Torre Oscura, previo paso por el cómic. Pero en su faceta de guionista o coguionista, www.imdb.com le adjudica la friolera de 239 títulos, capítulos de series incluidos. Por si fuera poco, entre este año y el próximo, serán diez las producciones inducidas por su imaginación, previo paso por el papel, y a la vuelta de la esquina It (Eso), Part II, con dirección de Andrés Muschietti y guion final de Cary Fukunaga.

Una adaptación ya bendecida por King como espectador, pues no se corta un pelo para poner a caldo sus adaptaciones, como hizo al mismísimo Stanley Kubrick por El resplandor (1980), con los años un clásico del terror y del fantástico, dos géneros en los que King es auténtico gurú. El lado oscuro del ser humano adquiere múltiples formas y viste variados trajes en sus personajes, razón por la que ya es una franquicia editorial que vende millones de ejemplares en todo el mundo. En su mayoría, novelas o relatos, ambientados en su Maine natal.

No es fácil hacer un listado con sus mejores recreaciones en el cine, pero si hay un puñado a cargo de solventes directores y cuya memoria todavía pervive entre crítica y público. La primera, y para muchos todavía la mejor, junto con la citada de Kubrick y el inolvidable desquiciado Jack Nicholson, fue Carrie (1976), a cargo de Brian de Palma, con la adolescente Sissy Spacek repudiada por sus compañeras en su primera menstruación, para convertir el acto de graduación en un aquelarre de muerte y sangre.

El también guionista Frank Darabont lo hizo en tres ocasiones y de manera muy notable. Debutó con Cadena perpetua (1994), ambientada en una prisión y en torno a la amistad, aquí entre el recién llegado Tim Robbins y el cacique presidiario Morgan Freeman. Continuó con La milla verde (1999), con el guardián del corredor de la muerte Tom Hanks, que acaba creyendo en los milagros cuando el condenado Michael Clarke Duncan lo provoca al final.

Futuras estrellasa proyección cinematográfica de King culminó sin la unanimidad precedente, con La niebla (2007) y su reflexión sobre el terror a lo desconocido, esa niebla asesina que algo oculta para sacar lo peor de cada uno en un reparto sin nombres conocidos.

Otro director que debutó y repitió con King, es Rob Reiner. Primero con Cuenta conmigo (1986), sobre el fin de la adolescencia y su incorporación a un mundo hostil, con reparto coral de futuras estrellas -entre ellas River Phoenix, Kiefer Sutherland y John Cusack-, y después con la impagable fan trastornada Kathy Bates, que secuestra a su admirado escritor James Caan en Misery (1990). Y la rueda no para.