C. Tangana, el poseedor de la fórmula que aún supera a Rosalía

CARLOS PEREIRO

FUGAS

C. VILLAVERDE

El rapero madrileño continúa su idilio con el éxito. Después de llegar al gran público en el 2016, Antón Álvarez se muestra como uno de los artistas más inteligentes del panorama nacional a la hora de escoger colaboraciones, géneros y escenarios

16 ago 2019 . Actualizado a las 10:32 h.

Antón Álvarez Alfar (Madrid, 1990), Pucho o C. Tangana. Tres nombres para un veinteañero que se ha empeñado una y otra vez en demostrar una capacidad más que envidiable dentro de la industria: la de no querer aburrirse, la de no aburrir. De sus escarceos con el Trap logró construir un trampolín de popularidad pletórico, todavía engrasado, y que ahora tantea apuntarlo hacia América Latina.

Si en el 2016 emprendía ese idilio con el éxito tras Mala mujer y Antes de morirme, acompañado de una Rosalía todavía por ser masivamente descubierta, este año solo ha confirmado su estandarización como artista, su dominio del mainstream y su comodidad para ir asaltando palos y géneros aquí y allá, y no solo salir indemne, sino entre aplausos y clics millonarios.

Hace apenas unas semanas el madrileño se dejaba caer por una de las galas de Operación Triunfo. Allí, enfundado en un llamativo traje blanco y una camisa roja, dejó perplejo al personal, tras un tema con forma de bolero. A la guitarra lo acompañaba el inclasificable Niño de Elche. Tampoco pasó inadvertido su vaso de whisky, para luego desaparecer del escenario, sin despedirse, dejando con la palabra en la boca al presentador, provocando miles de comentarios en las redes sociales, y prodigando, por enésima vez, su talento para la viralidad, el márketing y la creación de marca.

Dice que ahora, cuando cae la noche, en lugar de sonar por sus altavoces Daddy Yankee se escucha a Chavela Vargas y Compay Segundo. Una preparación para su asalto al mercado hispanohablante del otro lado del charco. Los números no mienten. La lengua cervantina está de moda, y su apogeo en todo el globo como código efectivo para vestir melodías es evidente. Rosalía, Shakira, Juanes, Jennifer Lopez, Becky G, Maluma… Les aseguro que roza lo absurdo escuchar más música en castellano fuera de nuestras fronteras que en el territorio local cuando uno coge un avión.

Su cara en la Gran Vía

Hablando de la diva castiza, Rosalía... No sería descabellado apuntar a C. Tangana como una especie de homólogo masculino. Poseedor de un éxito más veterano, quizás no haya colocado un cartel con su cara en Times Square, pero sí lo hizo en el centro de Madrid, en el corazón de la Gran Vía. Un panel que ocupaba todo un edificio. La realidad es que tras dos años en la cresta de la ola, Antón Álvarez no ha fallado, no ha tropezado. Teniendo en cuenta el nivel de exigencia de la industria, así como la poca fidelidad actual de los consumidores a un artista en concreto, lo suyo es un logro. Colaboraciones medidas y calculadas. Inteligentes. En YouTube se ha traducido en más de 180 millones de reproducciones entre todos sus vídeos. Se mantiene muy por encima de los 110 millones la cantaora catalana.

Su última canción, Veneno, sirve de singular repaso a su carrera. «Esta ambición desmedida /Por las mujeres, la pasta y los focos / Me está quitando la vida / Muy poquito a poquito a poco / Me pregunta la prensa / Puchito, ¿cuál es la maña? / Sin cantar ni afinar / Pa’ que me escuche toa’ España». Es un bolero tras un éxito reguetonero. Le da igual. Le sale bien. La gente lo aplaude y lo canta. Tiene tan cogida la fórmula de producir éxitos que asusta. Le sale como quiere.