La granadina adicta a jugar con los límites de la provocación actúa mañana en Vigo
03 may 2019 . Actualizado a las 12:06 h.Nació en la localidad granadina de Peligros. Y eso, amigo, te marca. Ha sido bailarina deportiva, campeona de fitness, gogó de discoteca, portada de Interviú, disyóquey -de ahí lo de Vinila-, actriz de espectáculos de cabaret y burlesque -entre ellos The Hole-, ha tenido un grupo, Krakovia, y desde hace años ahonda en su carrera musical en solitario.
Quizá de su condición de «peligrosa» derive esa pasión tantas veces manifestada de jugar con los límites de la provocación, con la seducción y el deseo. Pasión que comparte con otra de sus debilidades: la estética y la música de los años 50. Durante buena parte de sus andanzas musicales, ya en la época de Krakovia, situó allí sus referencias. Que poco a poco fue acercando a sonoridades más actuales, casi siempre como fruto de sus colaboraciones con el productor David Kano. El calypso, el ska, el surf, el rock and roll y la música electrónica pasaron a tener cabida en las nuevas entregas de quien, por méritos propios, se había convertido en la reina del underground madrileño.
Y es que, además de provocadora, Vinila Von Bismark siempre ha sido huidiza. Llegado el momento en el que lo vintage se convierte en tendencia, justo cuando la moda la pilla a ella y no al contrario, Vinila dio un giro a su carrera. Y también a su hasta entonces tan característica estética. «Cuando veo que las cosas no me aportan crecimiento, las aparto y sigo mi camino», apuntaba en una reciente entrevista con motivo del lanzamiento de Motel llamado Mentira, su nuevo disco, en el que conviven sonidos que nacen de su raíz andaluza, como el flamenco, con otros de su pasado más rockero, a los que suma las influencias de músicas latinoamericanas.
En la web Turismo de Granada, que hasta ahí llega su significación, definen a Vinila Von Bismark como «un poliedro cuyo número de caras tiende al infinito»... Y más allá.
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