¿Qué van a leer este verano?

Cada verano es una novela, o unas cuantas. O un poema. O una ensalada de relatos cortos. Cada verano tiene una historia, una trama, notas al margen, letra pequeña. Y libros para tenderse largo en la pereza sensual del tiempo de descanso. Las aguas del fantasma, de Eduardo Chamorro, es uno de los que se llevará en la maleta rumbo a la ría de Vigo Domingo Villar (Vigo, 1971). Eduardo Chamorro «pasaba temporadas en Galicia. Era madrileño, pero tenía una casa en O Grove y escribió esta novela costumbrista que habla de un pueblo en la costa gallega y de grupo de personas, unos tertulianos un tanto atrabiliarios, que deciden construir un barco», avanza el autor de O último barco (10.000 ejemplares vendidos en gallego), que zarpará este verano de la vista al corazón de más lectores, entre ellos dos de los autores entrevistados por Fugas para este reportaje. «Las aguas del fantasma es una novela póstuma que edita Ediciones del Viento. Es, precisamente, una recomendación del editor Eduardo Riestra», cuenta el padre de Leo Caldas. En el top de favoritos de Villar para la estación cálida también está The making of, «un libro de Xavier Alcalá que lleva meses mirándome desde el estante de los libros por leer. Estoy deseando hincarle el diente», dice con gusto coloquial el vigués, que ha visto sus libros convertirse en guías turísticos del sur de Galicia. Domingo -que no fue de los que leyeron en el instituto A nosa cinza, empurrón para dar el salto de la infancia a la edad adulta- tiene un deseo especial, el reencuentro con los primeros libros de Andrea Camilleri. La forma del agua, La voz del violín y El perro de Terracota «son libros a los que quiero volver, que fueron fundamentales en mi decisión de empezar a escribir con un inspector como protagonista. Si yo he emulado a alguien, o tratado de emular a alguien, ha sido a Camilleri», comparte Villar. El creador de Montalbano, como recuerda el de Leo Caldas, empezó a escribir superada la edad de la jubilación y sigue demostrando que la lucidez y la valentía no son siempre jóvenes. Hay una frescura sin fecha de caducidad en la veteranía. «Camilleri [a sus 90 años] es el que tiene más espíritu combativo y más ganas de vivir. Cada uno de sus libros es una fiesta, un homenaje a estar vivo», dice Domingo Villar.

De Houellebecq a Lucía Aldao y Ledicia Costas

Con las manos en las páginas del último de Domingo Villar pillamos a Inma López Silva (Santiago, 1978). «A min non me gusta a novela negra -confiesa la autora de Aqueles días en que eramos malas -, pero gústame Domingo Villar! Vai máis alá do xénero. Como describe os espazos, o deseño dos personaxes, a linguaxe, o mundo de Leo Caldas..., en todo iso que rodea á propia trama hai Literatura. Para min, agora mesmo O último barco é a súa mellor novela», considera López Silva, que, si las 600 páginas de Villar se lo permiten, se sumergirá en otras lecturas este verano. «Eu adoito ler varios libros á vez, aí exerzo a infidelidade... Agora vou tomar unha caña, e o libro que levo para agardar á persoa coa que quedei non é O último barco por un razón de peso... [risas]. Hai que ter alternativa», plantea. Su alternativa es Serotonina, de Houellebecq. «Levo 50 páxinas e estame gustando moito. Como persoa, non é santo da miña devoción. Houellebecq escribe cunha mestría envexable. Logra meterte en personaxes que son aborrecibles», comenta la autora. Su tercer libro en el top 3 del verano es el cómic Lo que más me gusta son los monstruos, de Emil Ferris. «Xa só a historia editorial do libro é tremenda! A autora queda sen traballo por unha lesión, e empeza a debuxar con Bic en papel... Comeza unha viaxe por editoriais, moitas dinlle que non. Cando por fin se imprime o libro na China, quebra a navieira que o traía e quedan os libros varados no canal de Panamá. Só por iso merece o éxito! O experto en cómics Octavio Beares dicíame que era o libro do 2018. Na cuberta pon: “La novela gráfica de la década”», comparte.

Infamia, de Ledicia Costas, escoge Amador Castro, para el verano. «De cando en vez apetece un thriller e Ledicia Costas é un referente», afirma el ganador del Xerais de Novela 2019. La novela C, de Tom McCarthy, es otra de las lecturas en su punto de mira. «É unha novela revolucionaria, só comparable á obra de Joyce», reseña quien completará su top 3 con Scórpio, de Carvalho Calero. «Revolucionou a narrativa galega coa orixinalidade das voces narrativas», considera quien también sumará a su tempo de lecer un libro de poesía, Arquitectura, de varios autores. «Estou moi interesado na construción de espazos na literatura», dice el ganador del Xerais con la novela Shanghai a Barcelona.

Volvamos unos minutos a las lecturas de los noventa. «Fun pola casa de miña nai, estiven remexendo entre as cousas que quedaron de cando eu vivía alí, e vin unha colección de narrativa de RBA que tivera moito éxito daquela, nos noventa. Libros que acabaran de saír daquela e remataron sendo grandes éxitos, como La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera», relata Héctor Cajaraville (Santiago, 1974). ¿Recuerdan la colección? Esa con un diseño de portada entre un Pollock y el gotelé de las peluquerías. «Probablemente, La insoportable levedad del ser foi o primeiro libro adulto que lin. Quero lelo outra vez porque sei que ten máis do que lle vin aos 17», cuenta el autor de Kusuma, que elige como lectura para despegar el verano O último barco, de Domingo Villar. «Leo Caldas é o prototipo de galego, pero non un clixé manido. O universo que Villar creou é moi acertado, e fíxoo de maneira natural», revela el autor, que, puesto a escoger tercer libro, se queda con A asasina, pieza de 1903 considerada obra maestra. «Faláronme do libro en dous clubs de lectura. É un libro de cen páxinas que fala dunha muller que se converte en asasina case porque non ten outra saída», cuenta el escritor.

Antía Yáñez (Burela, 1991), ingeniera de Caminos y senlleira con Senlleiras, le tiene muchas ganas a O bestiario científico de Anxos Nogueirosa, de Antonio Manuel Fraga. «Levaba meses na miña mesiña, e a xente dime que é espectacular! Fun ao paseo literario da Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG) e aínda me entraron máis ganas de lelo», dice Antía Yáñez sobre la obra que ganó el primer Premio María Victoria Moreno de Literatura Xuvenil, que escoge también Marafariña, de Miriam Beizana, que vio recomendada en el blog Lecturafilia, «como un dos libros que máis lle gustaron este ano».

Feminismos e literatura infantil e xuvenil en Galicia, de Montse Pena, es el tercer libro en la maleta de la autora de O misterio de Portomarín, que siente que este ensayo le ayudará a suplir «unha eiva» que tenía al no conocer como debería, dice, a una autora como María Victoria Moreno cuando se convirtió en la homenajeada del Día das Letras del 2018.

Rosa Aneiros (A Coruña, 1976), devota de Agatha Christie, tiene «libros de máis» para sus vacaciones. El poemario Todo isto antes era noite, de Lucía Aldao, es uno de sus deseos. «Adoro a Lucía como poeta. Este é deses libros que levaba anos agardando. Tiña tanta expectativa con ese primeiro libro editado de Aldao que o deixei para lelo devagar», revela la ganadora del Merlín 2019 con Xelís, o guieiro das botellas de mar. Este verano la espera también con ganas de abrirse La tierra de Anna, de Jostein Gaarder, «de tema ecoloxista e que edita en galego Kalandraka». Rosa Aneiros amiga esta lectura con la de O mundo de Sofía, que la acompañó en el instituto, le devuelve «aquela sensación de descuberta do mundo», a un profesor querido recientemente fallecido y que leerá este verano en Meirás. Rosa Aneiros, que completa su surtido estival literario con el aplaudido Jules Verne e a vida secreta das mulleres planta, recuerda: «Nos libros hai máis de quen le que de quen escribe. A historia está na cabeza de cada lector». Leer es una forma de ser. A ver qué género sale el verano.

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