«Los nuevos temas tienen ese punto punkarrilla de los Lori»

FUGAS

cedida

El grupo granadino rompe su promesa de «año sabático» para ofrecer en El Náutico el único concierto que van a dar en España en el 2019

16 ago 2019 . Actualizado a las 23:36 h.

Lo dicta el manual de batalla. Tras una gran victoria lo prudente es procurar refugio. A finales de diciembre, los granadinos congregaban a 12.000 almas en el Wizink Center de Madrid. Era la apoteosis final a 20 años de guerrilla. Anunciaron entonces que se tomaban un año sabático, que no darían ningún concierto en España en el 2019. El domingo, de modo excepcional, incumplirán su promesa.

Aún desde Granada, mal llevando los rigores estivales, Noni, guitarra y voz de Lori Meyers, reconoce que con esta excepción saldan una vieja deuda. «Miguel [de la Cierva] llevaba 4 años invitándonos y, bien porque nos coincidía con festivales o con giras, nunca dábamos con el momento para ir. Así que esta era la ocasión perfecta y allá que nos vamos los seis. Y es que además, tío, aquí hace mucha calor».

­-¿Qué estás aprendiendo de este primer año de silencio en dos décadas?

-No lo sé. No soy alguien que se ponga a pensar qué ha pasado ni a valorar momentos concretos. Creo que estoy aprovechando ese año para poner soluciones a problemas futuros.

­-¿Has ido a algún festival?

-No, estoy totalmente desconectado de ese mundo. No sé lo que ha pasado en ninguno. Fui al BBK Live porque tocaba Anni [B Sweet] al mediodía, pero por la tarde me entró la pájara y nos fuimos. No vi nada.

­-¿Atisbas relevo para esa generación de bandas que lleváis años y años encabezando los carteles?

-Mira, los promotores lo que buscan es no perder dinero. ¿Cuántos hay que han tenido que embargar la casa para pagar el palming? ¿Cuántos festis se han quedado en la primera edición? Esto, al final, es un puñetero negocio. Y eso no se puede obviar. Por eso recurren a una serie de grupos que más o menos les aseguran las ventas. Luego, en lo musical, claro que hay nuevas generaciones y muy interesantes. A mí cada vez me gusta más la música alternativa española.

­-Las salas se quejan de que en la situación actual apenas pueden sobrevivir.

-Yo estoy convencido de que cuando reviente la burbuja de los festivales la música va a volver a las salas. Pero el enemigo de las salas no son solo los festis. Lo son también, y mucho, los políticos y los ayuntamientos.

­-¿Este parón supondrá un punto de inflexión en la carrera de Lori Meyers?

-No lo sé. Es que lo que yo pienso que es una revolución otros piensan que es una involución. Lo que sí es seguro que es el nuevo disco va a ser distinto. En la espiral no va a ser. Eso está claro. Lo que está saliendo ahora tiene ese puntillo punkarrilla que teníamos antes los Lori.

­-¿En este momento te sientes más cerca de Los Brincos o de Teenage Fanclub?

-En realidad de ninguno [se ríe]. Me siento más cerca de Marc DeMarco.

-Hace no mucho una crónica titulaba «Lori Meyers, la transición entre dos mundos». ¿Os sentís así?

-Siempre hemos estado en una transición entre dos mundos. El arranque de Lori Meyers coincidió con el inicio de la destrucción de la industria musical. Y nuestro mayor auge coincide con otro momento de revolución en el que todo está cambiando en la música. Ahora, ojalá nos pasara como a Bruce Springsteen, que lleva viviendo transiciones toda la vida. Y lo podamos contar.

­-¿Qué les dirías a los fans que en estos 20 años se han quedado por el camino?

-Que se les echa mucho de menos. Que teníamos que expandirnos. Que no podíamos hacer Tokio ya no nos quiere una y otra vez. Que teníamos que hacer discos de los que con el paso del tiempo nos sintiésemos orgullosos.

­-¿Qué sientes cuando hoy escuchas aquel primer disco, «Viaje de estudios»?

-Me gusta. Tiene un problema de sonido porque apenas se oye el bajo. Pero incluso ese sonido a lata tiene su gracia. Me han ofrecido muchas veces remasterizarlo, pero no lo voy a hacer. Salió así y así se queda.

­-«El tiempo pasará y nunca olvidaré las cosas que decíamos que íbamos a hacer», has escrito. ¿Cuáles has hecho y cuáles te quedan aún pendientes?

-Como estoy tan centrado en la música y me ha absorbido tanto he dejado de hacer muchas. De chaval empecé con el fútbol y pensé que iba a ser algo, pero no. También estuve en la Escuela de Artes y Oficios, pero tenía talento cero para el dibujo. Hubo un tiempo en el que me dio por la criminología y el misterio. Me gustan mucho las plantas, sé manejarme en un huerto... Me gustan un montón de cosas. Y a veces sí que lo pienso: solo me he dedicado a la música y a lo mejor tenía talento para otras cosas.

-¿Cuál es hoy tu mundo, tu realidad?

-Mi mundo es el de una persona normal que vive en un pueblo pequeño, con mi perro y con una pareja que también es música, que ya es de por sí complicado. Pero vivo una vida muy normal. Y mi realidad es el nuevo disco de Lori Meyers, es componer, es que salgan cosas que nos generen nuevas sensaciones... Sin más. Estoy en ese mundo. En el que me quise meter.

-Pues nada, que el domingo toque Lori Meyers, que la gente tiene ganas de bailar.

-[Se ríe] Qué grande Marc [Ros]. A Sidonie les tengo un respeto y un cariño increíbles. Estamos abrumados. Aún no sabemos cómo agradecerles y devolverles ese detalle.

 O GROVE, EL NÁUTICO, DOMINGO, 20.00 ENTRADAS AGOTADAS