¿Sabes por qué hoy es el día de Roald Dahl?

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El 13 de septiembre se celebra con chocolate y con libros. Y esta es la razón...

13 sep 2019 . Actualizado a las 15:44 h.

El chocolate y Roald Dahl tienen algo más en común que la fábrica del señor Wonka, donde encuentran su merecido los niños caprichosos. Hoy, 13 de septiembre, es el día mundial del chocolate. Y lo es gracias a ese clásico de la literatura juvenil que nació tal día como hoy hace 103 años. ¿Dulce? Refrescante, mordaz, amargo y excitante. Celebremos el día con el cacao del 90 % de los relatos de Roald Dahl (1916-1990), autor de los superventas Charlie y la Fábrica de Chocolate, Las brujas y Matilda, obras maestras. Muy aptas para niños que eligen la conjura de la libertad y el humor negro contra el azúcar glas de la sobreprotección. La vida del autor que fue oficial del aire y se fracturó cráneo, espalda y nariz en un aterrizaje de emergencia en Libia que lo dejó temporalmente ciego, y que sería después enlace del M16, es una novela de aventuras, o más un compacto de cuentos, como el que ofrece Anagrama compilando sus Relatos de lo inesperado. En estos textos para adultos, que inspiraron a Alfred Hitchcock y duran un susto, hay apuestas, whisky con hielos que golpean con ritmo el cristal del vaso, matrimonios felices con un revés perverso. La escritura de Dahl -que empezó su carrera hacia el éxito con 8 años, cuando metió un ratón muerto en un tarro de chuches- es en esencia una apuesta seria que no atiende a códigos morales, sino solo de etiqueta.

¿Qué tal si pinchamos el Cordero asado? Recuerda el inicio del relato: «La habitación estaba limpia y acogedora, las cortinas corridas, las dos lámparas de mesa encendidas. Detrás, en el aparador, dos vasos altos de whisky. Cubos de hielo. Mary Maloney estaba esperando que su marido volviera del trabajo». Suspense on the rocks. Polaroids de letras. Una de mis debilidades es el relato inesperado Mi querida esposa. Y Lady Turton. O Apuestas.

Antes de casarse y tener a sus cinco hijos, Roald Dahl vivió ya una película. Perdió a su padre a los 4 años, y a los 7 ingresó en el internado de Repton, donde sufrió unos castigos que se han convertido en puño en su autobiografía, Boy, y transformado, con apego a los hechos, en la historia de una de las heroínas antisistema del universo infantil, Matilda, devoradora de clásicos como Charlotte Brontë o H.G. Wells que sabe cómo crecerse ante la adversidad. Como el maestro de lo macabro. Danny DeVito hizo saltar a Matilda de la tinta a la gran pantalla, para visualizar con maestría los poderes de este prodigio de 5 años desatendida por sus padres que vive un calvario escolar, y es capaz de transformar la barbarie en fuerza y humor. La escuela perfecta sería aquella en la que no hubiera niños, asegura Matilda, un modelo de resiliencia para los chicos de hoy.

Sabemos, gracias a Dahl, que las brujas de verdad no son como salen en los cuentos, sino  más terroríficas. Y más corrientes también. La calvicie y sus pies sin dedos las deltatan. La novela Las brujas, publicada por primera vez en el 83, no ha perdido su capacidad de asombrar a los pequeños lectores casi cuarenta años después. Y es hoy una de las favoritas de los niños que devoran miedos de ficción. La adaptó al cine Nicolas Roeg en una cinta protagonizada por Anjelica Huston, bastante fiel a la novela, con una estética que ha perdido, con los años, más que el relato de papel. 

Disfruta La cata (edición de coleccionista en Nórdica, ilustrada por Iban Barrenetxea), esa mesa a la que se sientan seis personas para catar un vino y degustar una apuesta tétrica. Este relato (titulado Gastrónomos en la edición en Anagrama), de los más populares y brillantes de  Roald Dahl, se publicó por primera vez en 1945 en el Ladies Home Journal, y posteriormente, en The New Yorker. El cuento nos cita en casa de Mike Schofield, un corredor de bolsa londinense, que recibe al experto en vinos Richard Pratt. Este vino es especial...

Apuesto (el dedo meñique) a que no olvidas su nombre.