Los emperadores negros del post rock, expresionismo sonoro

c. crespo

FUGAS

cedida

Godspeed You! Black Emperor llegan a Santiago con su testimonio conceptual

08 nov 2019 . Actualizado a las 17:12 h.

No, no es un concierto más. Por la excepcionalidad de la ocasión -su última visita a España data de 2012-. Por la excepcionalidad de la banda, con mueve músicos en escena -tres guitarras, bajo, dos baterías, violín y chelo-. Y por la excepcionalidad de la propuesta. Godspeed You! Black Emperor pasan por ser hoy los guardianes custodios de la esencia maldita del post rock. Del post progresivo. Del post sinfónico. O como acertadamente define El Quinto Beatle en su blog, «del post loquesea». Porque si alguien puede permitírselo, son estos canadienses. Quien haya visto alguna vez en directo a GY!BE sabe de qué estamos hablando. Si ya en sus discos -siete en 25 años- resultan opresivos, con esas oscuras suites de 20 minutos recreadas en bucle sobre densas atmósferas sonoras, en directo se tornan directamente apabullantes. Inmersos siempre en la penumbra y a contraluz, delante de una pantalla sobre la que proyectan inquietantes imágenes, Godspeed You! Black Emperor despliegan sobre el escenario un arsenal de sonidos, texturas y distorsiones con tal tensión y densidad que uno es capaz de mascar aquello que escucha y de sentir su intensa presión a la atura del estómago. Pero no de sacárselo de la cabeza. Y es que en directo, aunque poco dados a las concesiones y aparentemente ajenos, GY!BE se apoderan de su público hasta el extremo de fagocitarlo en una suerte de comunión épica y al tiempo catártica. El espectáculo, como su propia música, es demoledor.

Poco se sabe de este colectivo canadiense. No conceden entrevistas, no promocionan sus discos ni sus giras, no aparecen en fotografías -y cuando excepcionalmente lo hacen asoman entre brumas o distorsionados-, no hay letras en sus canciones, ni hacen declaraciones públicas. Aun así se les vincula a una fuerte carga política, que dejan de manifiesto solo en las tapas de sus discos. Ese es su testimonio conceptual. El resto es solo sonido, ni siquiera canciones. Oscuro, abstracto, expresionista. Violentamente hermoso.

  •  Santiago capitol lunes 11, 21.00 22 euros