«La sexualidad de las mujeres sigue estando en la Edad Media»

FUGAS

ALEX FAIMALI / RANDOM COMICS

La ilustradora de «Yo mataré monstruos por ti» vuelve con «sex ¡oh!», su revolución sexual en viñetas. Lyona lo ha comprobado: un vibrador puede ser «el mejor regalo de cumpleaños»

23 nov 2019 . Actualizado a las 20:49 h.

Hace un año Lyona la montó en Instagram, cuando le regalaron un vibrador por su cumpleaños e hizo un storie: «El mejor regalo que te pueden hacer». La respuesta fue una lluvia de mensajes que la impresionaron. «¿Puedes usar el vibrador si tienes pareja?» o «¿Crees que puede ayudarme a tener un orgasmo?». «Pensé que eran cosas que estaban superadas, vi que no y me puse a hacer viñetas sobre sexualidad», dice la ilustradora de éxitos como Yo mataré monstruos por ti y Míster Garabato. Entre redes, con placer, nació Sex ¡oh! Mi revolución sexual, tras una ruptura de pareja que empujó a Lyona a Tinder. «Lo que quería era pasármelo bien, y descubrí que, aun cuando solo quería eso, mi placer quedaba en segundo plano. Me dije: '¿Qué está pasando?'. Empecé a leer y vi que detrás de eso había un interés social, que es el de mantener a la mujer en segundo plano. Ahora la mujer es más libre, pero su sexualidad aún está en la Edad Media», asegura.

-¿Las «millennials» mienten para agradar a sus parejas?

-Yo pensaba que la gente joven nos llevaría ventaja en esto, pero estamos igual una mujer de 50 y una chica de 18...

­-¿Entonces, suspenso en sexualidad?

-Es que en las escuelas no se enseña nada. La sexualidad está enfocada en la reproducción. Nos hablan de las enfermedades de transmisión sexual, que es importante, pero no de placer ni de afecto o de respeto. ¿Dónde nos iniciamos en educación sexual? En el porno, y ahí respeto no hay.

­-¿Aún nos cuesta expresar lo que nos da placer?

-Sí, pero en las nuevas generaciones lo que veo es que no hay tanto miedo.

­-Pero postureo sí...

-Eso sí. Siempre hablamos del éxito, y nunca del fracaso, y es importante. Puedes pasarte la vida creyendo que tienes un problema porque no disfrutas cuando quizá lo que pasa es que no conoces tu cuerpo y el otro tampoco.

-¿Socialmente, es el sexo el punto débil de la mujer, se utiliza en su contra?

-El punto débil sería el del poder. Los celos, querer controlar a alguien, la necesidad de poseerlo, son una forma de poder que esconde grandes debilidades.

-¿Tinder es la gran revolución sexual?

-Es extraño. Tinder me ha dado la oportunidad de conocer a gente que de otra forma no habría conocido, pero también genera una adicción a consumir. Es un «hoy este, mañana otro». Hay un consumismo que da un poco de miedo, pero debes llevar el control de lo que es sano y lo que no. Antes conocías a alguien en la discoteca e igual te liabas casi sin saber su nombre. Hoy en Tinder puedes pasarte horas hablando, conociendo a la persona. No me parece algo negativo en sí. Tinder puede parecer friki, pero yo lo que veo en Tinder es más honestidad. Si alguien te dice: «Si no hay sexo anal, no quedo contigo», ya sabes lo que hay. Pero hay algo que es evidente, la gente se mueve por el físico, si te gusta le das al like, y si no, no. Y esto genera estereotipos.

-Hay expertos que dicen que las mujeres unimos naturalmente deseo y amor.

-Es algo que nos han hecho creer. Ahí está el mito del amor romántico. Las mujeres somo tan sexuales como los hombres.

-¿El sarcasmo puede llevar al orgasmo?

-¡Sí! Mi primera experiencia con alguien fue con muchas risas. El humor puede ser erótico. El sexo no tiene por qué ser entre velitas, con música romántica. Algo patético puede ser muy placentero y genial.

-¿Todas somos multiorgásmicas?

-Sí, pero algunas no lo saben... También es factible en un hombre, pero las mujeres nos reponemos antes, porque el período refractario en nosotras es menor.

-¿Hay placer sin coito?

-Claro. Una relación sexual no tiene por qué acabar en coito. Puedes tener un orgasmo, por ejemplo, si te lamen la corva, en la parte posterior de la rodilla.

-«Para los hombres el sexo es la gran patada al ego», nos advirtió la periodista Diana López Varela.

-Lo vivo en mis carnes. Cuando cuelgo una viñeta en redes siempre hay un hombre que se siente atacado. Insisto, el hombre no es el enemigo, el enemigo es el sistema, que los quiere fuertes e insensibles.