«La Ciudad de Cristal»: confinados con las hermanas Brontë

FUGAS

Este libro ilustrado es un compañero de viaje más que recomendable en tiempos de encierro. No faltan las reflexiones sobre la vida ni los vuelos de la fantasía

05 abr 2020 . Actualizado a las 18:22 h.

«En nuestro mundo, ¡todo debería ser posible! Incluso revivir a la gente», proclama una inocente Charlotte Brontë animada por la ilustradora Isabel Greenberg en la joya titulada La Ciudad de Cristal, que en España acaba de publicar Impedimenta. La literatura fue la ventana al exterior y también el refugio de Charlotte (Jane Eyre), Emily (Cumbres borrascosas) y Anne (Agnes Grey). La corta y precoz vida de las tres hermanas más famosas de la literatura -solo Charlotte, la mayor, superó los 30 años- es tan fascinante como los mundos que inventaron en sus libros.

Para afrontar la muerte de su madre y de sus dos hermanas mayores por tuberculosis se recluyeron en Haworth con la única compañía de los libros. Fue así como descubrieron Los viajes de Gulliver, Las mil y una noches o los poemas de Byron. Sin apenas salir de la casa parroquial que regentaba su padre, un sacerdote anglicano, cimentaron su propio universo. Una aventura que Greenberg nos traslada en una deliciosa obra literaria y visual en cómic. Tras triunfar con La enciclopedia de la Tierra Temprana y Las cien noches de Hero, su nuevo libro es oscuro y atrayente, como lo fueron las protagonistas de su historia.

Isabel Greenberg, posando ante un Kiosko Alfonso engalanado para el salón del cómic coruñés
Isabel Greenberg, posando ante un Kiosko Alfonso engalanado para el salón del cómic coruñés OLAYA RODRÍGUEZ

Los cuatro genios

Al trío femenino, Greenberg suma al cuarto hermano, el único varón, Branwell. Angria y Gondal fueron los reinos que inventaron cuando eran niños. Así animaban sus días estos cuatro genios. ¿Su magia? Una imaginación rebosante que los llevó a crear la fantástica Ciudad de Cristal y variopintos personajes, algunos presentes en sus posteriores libros. Greenberg, una de las ilustradoras más reconocidas y premiadas en el Reino Unido, reconstruye esta insólita infancia en los páramos de Yorkshire a través de los textos que los cuatro escribieron de adolescentes, pero también de aportaciones de su propia cosecha.

«Me he permitido exagerar, embellecer e imaginar... Contiene inexactitudes y anacronismos y muchos vuelos de fantasía. Este libro debe disfrutarse como una ficción», avisa la autora. El resultado es una bella ficción histórica que incluye biografía, metarrelato, reflexiones sobre la vida, evasión, feminismo y originalidad en cada una de sus páginas. Una obra como de otro mundo, fiel al espíritu de las Brontë.