El autor gallego triunfa con «El custodio de los libros», que viene avalado por el Premio de Novela Histórica Ciudad de Úbeda
20 dic 2020 . Actualizado a las 22:28 h.Con El custodio de los libros el autor gallego Rodrigo Costoya ha conseguido el IX Premio de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. Su obra relata la aventura de unos monjes franciscanos que luchan por mantener viva la sabiduría acumulada durante siglos y con este mismo texto, escrito originalmente en gallego, Costoya ya fue finalista hace dos años del Premio de Narrativa Torrente Ballester, por eso mismo -dice él- no puede más que estar contento.
-Los premios son importantes, pero ganar lectores supongo que mucho más. ¿Lo sientes así?
-Sí, a mí una de las cosas que más me puede satisfacer de un lector es cuando me dicen: 'Es que engancha muchísimo, estaba deseando llegar a casa para coger el libro', porque esa es una de mis prioridades. Cuido mucho los recursos que llevan a esa sensación, pero nunca sabes si va a funcionar bien o no. Y esta es una de las informaciones principales que me llegan: que el libro engancha muchísimo. Tiene un ritmo rápido.
-Has obviado descripciones, rodeos, para ir directo a la acción.
-Sí, descripciones no hay, para nada. Es todo acción, también he hecho capítulos pequeños porque me gusta condensar en pocas palabras la mayor acción posible. Apuesto por diálogos ágiles y el control del ritmo dramático, no puedes pretender siempre estar en una intensidad alta porque si no, ya baja.
-¿Qué tiene la Edad Media que para ti es tan atractiva?
-Es justo el final de la Edad Media, y en realidad ahí cambia el curso de su existencia, Europa arde por cuatro costados; la propia cristiandad en su conjunto está amenazada por el imperio otomano, cae Constantinopla y en esos años, desde ahí, al descubrimiento de América, que es donde está nuestra historia, pasan cosas que marcan el devenir de la humanidad. Aparece la imprenta, que trato en la novela, y ese momento es muy atractivo.
-En tu libro aparece la fundación de la primera biblioteca en América, ¿qué libro elegirías tú? ¿De cuál no podrías prescindir si hubiese que escoger?
-Bueno, como le pasa al protagonista, cada libro que descartas es como traicionar a un amigo y condenarlo a muerte; claro, quedarme con uno..., pues ahora mismo salvaría esta novela, ja, ja.
-¿No la siguiente, que ya la tienes escrita? -La siguiente está escrita, pero como todavía es un poco incógnita y esta está funcionando muy bien, salvaría esta.
-¿Qué te gusta leer?
-De todo. De pequeño me leía la enciclopedia, por ejemplo, tenía un tomo en la mesilla de noche. Leo filosofía, que me gusta mucho, y novelas. Yo desde niño y hasta hoy soy un fanático de las novelas de aventuras. Y precisamente cuando me clasifican en novela histórica, yo siempre matizo. Porque es verdad que tienen contexto histórico, pero si tuviera que definir mis libros en un subgénero, diría aventura. Me interesa entretener pero también traer parte de nuestra historia que ha quedado en la sombra. Como esa biblioteca que llevó por primera vez Alonso del Espinar.
-«Portosanto», tu novela anterior, fue muy comentada porque apoyas la teoría de que Colón era gallego.
-Sí, la teoría que defiende esa tesis tiene 130 años ya, yo no soy historiador, pero desde luego ahí había mimbres para una novela. La teoría es suficientemente sólida como para tratarla con seriedad, con una gran cantidad de pruebas, docenas de indicios, entre ellas la toponimia gallega, en las que Colón, que sería el noble pontevedrés Pedro Madruga, dejó su impronta en América.