Jorge Fernández: «Viuda Gómez e Hijos estamos para quedarnos y en directo se refleja, podéis comprobarlo hoy»

Después de años y años especulando con su retorno, Viuda Gómez e Hijos no pudieron escoger peor momento para volver. «El grupo siempre ha tenido una vida tortuosa y lo que ha pasado con el coronavirus va en nuestra línea», se ríe Jorge Fernández, líder del grupo surgido en los ochenta en plena explosión del Atlantismo coruñés. En 1987 acariciaron el éxito con Solución suicida, su gran hit. Pero luego se desvanecieron. En el 2020 anunciaron la vuelta. El primer concierto del retorno, previsto para mayo, no se pudo realizar. Luego, iban a actuar de modo estelar en el festival Noroeste 2020, cancelado el mismo día por las restricciones. Pero esta noche nada podrá arrebatarles una esperadísima actuación en A Coruña (Garufa, 22.00 horas, 12 euros).

­—El único concierto que se le pudo ver en esta nueva vida, el del Presco, demostraba que están en forma. ¿Se ven así?

—Sí, aquel concierto estuvo muy bien, pero ahora está mucho más currado. Aquel era muy centrado en el repertorio antiguo. Este bolo está más completo, con un 50 % de temas clásicos, un 40 % de nuevos y tres versiones sorpresa, que son muy interesantes.

­—Es decir, que hay vida más allá de la nostalgia de otros tiempos...

—Totalmente. Lo tengo claro, Cuanto más difícil se pone, más me motivo. Debo ser raro. Ya hemos sacado un epé y tenemos material para dos discos más. Hay muchísima energía y ganas. Estamos muy motivados. Disfrutamos tocando y ahí estamos, en estas circunstancias. Queríamos hacer un álbum en directo y otro de estudio con temas nuevos. Está todo hilado, pero estamos pendientes de hacerlo de la mejor manera posible. Pero necesitamos tocar. Es una cosa ya de salud para la banda. Tenemos muchas ganas.

­—¿Qué pasó para no «petarlo» en su momento, teniendo el material que tenían?

—Un torbellino de circunstancias. Muchos cambios en la formación, problemas con la compañía, historias de nuestra relación... Éramos jóvenes y no estábamos tan centrados como podemos estar ahora. Es verdad que lo tuvimos en la palma de la mano y que pudimos hacerlo, pero se juntaron un cúmulo de circunstancias que lo impidieron.

­—Pienso en esa segunda mitad de los ochenta con Los Ronaldos, La Granja y 091, donde habrían encajado son su «power-pop» guitarrero.

—Sí, pero las cosas pasan como pasan, pero ya está. No es algo de lo que me lamente. Es parte de la vida. Lo que un momento dado fue una crisis te vale como enriquecimiento. Siempre le doy la vuelta a lo negativo.

­—Aquel era un momento propicio para triunfar. Ahora no parecen las guitarras la mejor vía para el éxito. ¿Cómo lo ve?

—Ahora mismo estamos en un cambio de paradigma respecto a la música, los negocios y todo. Mi actitud personal respecto a la música es totalmente pasional. A todo el mundo le gusta triunfar, por supuesto. Pero ahora prima más el placer y el privilegio de estar aquí con Viuda Gómez e Hijos otra vez, con ilusión, ganas y material nuevo. Vamos a tirar para adelante y que salga lo que tenga que salir. El éxito no es un objetivo. Lo principal es ver cómo se está formando todo. Estamos para quedarnos. Y en directo esto se refleja. Sonamos muy bien. Hoy lo podéis comprobar.

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