Sila Lua: «Cuando hago música busco tensión»

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Sila Lua exprime su travesía vital en «Rompe».
Sila Lua exprime su travesía vital en «Rompe».

Con alma rapera, cuerpo electrónico, corazón oscuro y mirada pop esta artista viguesa acaba de lanzar «Rompe», un disco tremendo que ahora toca llevar a el escenario a lo grande

27 ene 2023 . Actualizado a las 12:07 h.

Es uno de los debuts más impactantes del último pop español. Rompe, de Sila Lua, sale a flote como un disco conceptual sobre un viaje marítimo. Pero, en realidad, representa la propia travesía vital de la artista. «Se me ocurrió el verano pasado estando en un barco, rompiendo las olas y pensando que era una imagen muy potente para mí. Me servía como símbolo para contar cosas mucho más cotidianas», explica.

­—En todo caso, no parece que tuviera una gran urgencia en sacarlo. ¿Es un disco muy meditado?

—Quería estar preparada. Llevo haciendo música cinco años, pero hasta hace dos y medio no tomé la decisión de ser artista. Esto ha sido un trabajo de año y medio.

­—En usted hay una idea artística muy cerrada. Estética, sonido, actitud y canciones forman parte de un proyecto.

—Yo veo los proyectos musicales como algo 360. Todo participa. Me divierten mucho los vídeos, crear un imaginario alrededor de la música, todo lo que cuento en las redes sociales… Sí, pienso en un sentido amplio. No solo la música. Todo.

­—Es que la he visto en entrevistas en vídeo y lleva la misma sombra de ojos que en la portada del disco.

—[Se ríe] ¡Claro! El azul es como el color oficial del álbum. A mí siempre me ha gustado maquillarme y me gusta ir con los colores oficiales del disco a los sitios.

­—Tanto el título como el contenido del disco pueden ser muy inspiradores. ¿Pretende afectar al público con ello?

—En ese caso, no ha sido esa mi intención. No he crecido lo suficiente como para tener una relación tan profunda con la audiencia. Pero sí que tengo ganas de que eso pase y tener una conversación con la gente que me escucha. Y empezar a sentir eso. Mi manera de hacer música todavía es muy introspectiva, pero me encantaría que ese diálogo ocurriese.

—¿Está de acuerdo con la idea de que su música apela a conceptos como tensión, oscuridad y desafío?

—Me gusta mucho. Cuando hago música busco esa tensión. La oscuridad me la he encontrado. Cuando empecé a hacer rap, vi que salía. En la producción me gusta buscar la tensión. Muchas veces tiene que ver con juntar opuestos. Aparentemente, no pegan. Lo hice mucho en el disco. Mezclar música electrónica oscura hecha por ordenador con un cuarteto de cuerdas, pianos y voces líricas. Hemos conseguido que funcione. Respecto al desafío, yo vengo del rap y esa actitud está ahí.

—En ese viaje que traza surge pronto «Patrón», un tema clave.

Patrón es una canción que tiene que ver con la ruptura, que incluye romper ese patrón. Intentar liberarme de él y deshacerme de lo innecesario, lo que ya no sirve. Fue una suerte que estuviera La Torre porque le da la luz que necesita el tema.

­—Es que, pese a la oscuridad, en el disco siempre aparece una caricia pop.

—La idea era hacer un sonido propio. La mezcla es de Brian Hernández, que fue el ingeniero de El mal querer de Rosalía. Yo le pedía que la mezcla sonase pop, con las voces superdelante y altas. Ese fue el tratamiento que le dio. Todo muy definido y limpio. Quería que sonase pop, pero con nuestra marcianadas.

­—El tema que más impacta del disco es «Viaje al fin de la noche». Un subidón.

—Sí, sobre todo en directo. Es la canción que salió de un modo más natural, basada en una historia real. Tiene un guiño al libro de Céline que habla de una historia lumpen. Es una de mis favoritas del álbum. La persona de la que hablo en ella se dio cuenta en cuando la escuchó [risas].

­—Canta: «Si consigues que me corra me caso contigo». Esa frase tiene pinta de convertirse en una de esas que se cantan a voz en grito en los conciertos.

—Pues por ahora no lo he notado, pero sería algo que me encantaría [risas]. Sí que es la canción más bailonga de todas y eso sí que lo he notado. Pero es un tema que tiene algo como de broma. No tenía ningún intento de demostrar nada, solo que fuera graciosa.

­—Muchas veces los artistas electrónicos tienen el hándicap de superar la sensación de karaoke en sus directos. En su caso todo parece diferente. ¿Cómo es?

—Iremos tres músicas y una técnica, todas mujeres. Voy con musicazas, gente que tiene mucha onda en el escenario, que aporta mucho. Quiero ofrecer un directo que muestre una parte artesanal. Planteamos una gira así, con luces y vestuario especial de la gira. Va a ser un súper show.

­—Aunque, por ahora, aparezca en escenarios pequeños muestra maneras de artista pop de escenario grandes. ¿Se ve ahí?

—¡Ojalá, por favor! Mi idea como música es hacer cada vez cosas más grandes.

­—En una entrevista en La Voz dijo que le gustaba Sade, una referencia poco común para las artistas de su generación. Viendo su directo, podríamos decir que parece Sade pero pasada de vueltas.

—[Risas] Buff, es que a mí Sade me encanta. Su disco Soldier Of Love, el último que sacó en el 2012, es un disco que me lo escucho entero hoy y me encanta. Me inspira muchísimo.