PSA pide costes más bajos y empleo más flexible para que Vigo logre nuevos modelos

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Oscar Vázquez

El director de la planta, Ignacio Bueno, avisa a los trabajadores: «Una deriva salarial nos penaliza frente a otras plantas del grupo»

20 sep 2019 . Actualizado a las 17:35 h.

El futuro inmediato de la fábrica de PSA Vigo es inmejorable. La factoría cerrará el 2019 con una producción de 400.000 vehículos (apenas 2.000 más que el año pasado), pero, a la vuelta de unos meses el ritmo de montaje escalará de las 1.800 unidades al día actuales hasta las 2.300 (uno cada 40 segundos), y disparará el volumen de coches fabricados al cierre del 2020 bastante por encima del medio millón.

«La fábrica de Vigo trabajó mucho para conseguir esta situación que la llevará al tope de su capacidad. Todo esto pinta muy bien, pero ahora vienen las incertidumbres», ha advertido Ignacio Bueno, el director de la planta gallega, en la intervención previa a un almuerzo con empresarios, la mayoría del sector, celebrada ayer en el Círculo de Empresarios de Galicia, en Vigo.

El contexto es complejo, porque la automoción está en un proceso de cambio sin precedentes. Pero Ignacio Bueno dejó claro que el mayor reto de la factoría gallega es mejorar la competitividad, porque el enemigo está dentro de casa.

El enemigo en casa

«Es imprescindible seguir mejorando nuestra competitividad. Tenemos que ser capaces de conseguir en Galicia costes de fabricación mejores que la competencia que tenemos dentro del grupo en Portugal, Marruecos y Argelia; y también dentro de España (en clara alusión a la fábrica de PSA en Zaragoza)».

¿Qué le queda por hacer a la planta gallega después del ajuste salarial y los recortes aplicados hasta ahora? Según Ignacio Bueno, la clave de que Vigo siga consiguiendo nuevos modelos que garanticen su futuro pasa por la innovación tecnológica que permita abaratar costes de producción, y por una mayor eventualidad en la plantilla, para adaptar los recursos humanos a la demanda de vehículos.

En esa línea van los 1.200 empleos que se crearán de aquí a final de año en la factoría viguesa, para dar salida a los volúmenes de producción esperados. Y las nuevas contrataciones continuarán a lo largo del 2020, según anunció el director de la fábrica, que también lanzó un mensaje a la industria de componentes (120 auxiliares): «Los proveedores tienen que seguirnos en esta línea, no pueden degradar sus costes, se pondría en peligro el tejido de proveedores en Galicia».

Advertidos todos de que nada está ganado para la automoción gallega más allá de unos años (los que duren en el mercado los nuevos modelos asignados), Ignacio Bueno teorizó sobre cómo será la fábrica de coches del futuro que, en esencia, tendrá que seguir apretándose las tuercas como hasta ahora. «En el mundo del automóvil, la competitividad es la única garantía de supervivencia, y la mejor opción de futuro», afirmó.

Bueno aportó algunas cifras de interés. Por ejemplo, que PSA gasta 1.100 millones de euros al año en compras a proveedores gallegos; que el 50 % de los vehículos que circulen en el 2030 serán eléctricos; o que en el 2035 el 24 % de los coches vendidos serán autónomos.

Sobre la legislación de emisiones que arranca en el 2020, aseguró que PSA cumplirá la norma. «No tenemos previsto pagar multas», dijo.