Vecinos de una parroquia de Zas, muy contentos con su cura, de Costa de Marfil, le piden al arzobispo que no lo traslade de lugar
07 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.En San Tirso de Muíño, una parroquia del municipio coruñés de Zas de diez lugares y algo más de 300 vecinos, no quieren que se marche su cura. La espera tiene algo de calma chicha porque, pase lo que pase, su despedida está al caer.
El sacerdote es Desiré Koukaou Tanoh, de 34 años, natural de Costa de Marfil, quien lleva desde marzo al frente de la parroquia. Muy poco tiempo, pero suficiente para desarrollar una gran labor y para que su personalidad bondadosa calase entre los lugareños. No lleva solo Muíño, sino también Alborés y Os Baos, en Mazaricos, y desde mañana, Brandomil y Brandoñas, en Zas. Estos nuevos lugares incluían el cese en Muíño, que además son lindantes. Cuando sus feligreses se enteraron, se movilizaron: asamblea, escrito, firmas compulsadas, visita al arzobispo para pedir la anulación del traslado...
Desde el Arzobispado de Santiago señalaron ayer que están estudiando el asunto y que buscarán la mejor solución para todos, recordando que Desiré se encuentra en Galicia de visita pastoral, por un tiempo de dos años, del que ya ha transcurrido uno.
De hecho, el aumento de parroquias a su cargo vino dado por la necesidad de ayuda de otro sacerdote que padece una enfermedad, y cinco ya serían muchas. Entre otras razones, porque Desiré, además de su función pastoral, está estudiando. De haber cambios, implicará tener que reordenar de nuevo la zona, ya que curas no sobran. La portavoz destacó que el Arzobispado entiende la postura de los vecinos, y que «habrá que buscar una solución que satisfaga a todos». Los fieles la están esperando.