Los gallegos son los españoles que menos dinero se dejan en el juego

GALICIA

05 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A los gallegos no les gusta jugar con la suerte. El juego, legalizado hace más de 30 años, ha perdido el morbo de los primeros tiempos de la democracia. Cada día es menos negocio en la comunidad autónoma, incluso para las arcas públicas, que ven cómo disminuyen de año en año sus ingresos por este concepto.

A pesar de las necesidades recaudatorias, en los planes del Gobierno gallego no está el poner en marcha nuevos juegos como la lotería electrónica instantánea, fundamentalmente porque el empresariado gallego del sector no ha mostrado hasta la fecha interés por el tema.

Las cifras son elocuentes. Según los datos del Informe Anual del Juego en España, en el 2006 -el último publicado hasta la fecha por el Ministerio del Interior- el gasto real de cada gallego en casinos, bingos, tragaperras, loterías, quinielas y cupones fue de 134 euros, poco más de la mitad que la media nacional (208 euros) y a mucha distancia de las comunidades con mayor gasto, como Baleares, que gasta 254 euros por habitante, aunque la mayoría provengan de turistas extranjeros que visitan las islas.

Sigue bajando

El descenso de los ingresos del sector del juego en Galicia ha sido paulatino pero progresivo en todas las modalidades, menos en la lotería nacional.

Los juegos que menos éxito tienen en Galicia son los casinos. En los dos establecimientos de este tipo que hay en Galicia -uno en A Coruña y otro en A Toxa- la recaudación bruta en el 2006 ha sido de casi 46 millones de euros, algo más de un 4% menos que el año anterior. El gasto real, una vez descontados los premios, ha sido de 16,5 millones, que por habitante supone un desembolso de 10,28 euros.

Según fuentes del sector, la clientela autóctona habitual es minoritaria pero selecta. En A Coruña fundamentalmente son empresarios de la comarca con poder adquisitivo medio-alto, a los que les van bien los negocios. También se dejan caer por allí congresistas y otros visitantes de paso, con más interés por curiosear que por jugar.

Mientras a los clientes habituales se les invita a la cena y a las copas e incluso se le ofrece habitación gratis en el hotel, a los esporádicos se les cobra entrada.

En A Toxa la clientela más mimada son clientes habituales que llegan, sobre todo los fines de semana, desde Portugal.

Con este perfil de clientes el gasto real medio por gallego ha sido de 3,7 euros, casi un 5% menos que en el 2005.

Las tragaperras

De todos los juegos de azar, el que se lleva más dinero de los gallegos es el de las máquinas de tipo B, las populares tragaperras, que se llevan casi el 10% del gasto real total, cifrado en 1.000 millones de euros

En Galicia, según los datos oficiales de la Xunta, a 31 de diciembre del año pasado, el censo de estas máquinas era de 13.723. Aunque no tienen por qué estar en funcionamiento la totalidad. La gran mayoría están instaladas, unas pocas están almacenadas y otras en baja temporal.

La recaudación neta de cada una de ellas oscila entre los 7.800 y los 16.000 euros anuales, que se reparten casi al 50% entre la empresa operadora y el establecimiento donde esté instalada.

A nivel nacional la recaudación por máquina en el 2006 fue de 11.118 euros, apenas un 0,42% más que el año anterior.

De los 2.734 millones que se dejaron en el año 2006 los españoles en estas maquinitas, casi 91 millones eran de los gallegos, aunque gastaron un 32% menos que el año anterior. Son el vicio por excelencia.